La Unión Europea no para de hacer que los coches sean más caros. La Euro 7 no dejará contenta ni a fabricantes ni a compradores

La Unión Europea no para de hacer que los coches sean más caros. La Euro 7 no dejará contenta ni a fabricantes ni a compradores
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La salubridad del sector del automóvil en Europa pende de un hilo. Tras la aprobación de la nueva normativa anticontaminación ‘Euro 7’ por parte del Parlamento Europeo, ahora se aguarda la ratificación de manos del Consejo y de la Comisión Europea.

No obstante, el viejo continente se enfrenta a la necesidad de equilibrar las preocupaciones medioambientales con las necesidades de competitividad industrial, en un contexto marcado por la subida de los precios de la energía, la escasez de la cadena de suministro, la reducción significativa de la demanda y las elevadas presiones inflacionarias.

Hace poco más de un año, la UE ya aprobó la reducción del volumen de emisiones en 2030 en torno al 55%, así como la prohibición de vender vehículos neutros de carbono desde el año 2035. Un impulso, sin precedentes, a la electrificación del sector.

¿Cuándo entrará en vigor?

Se espera que el texto normativo de la ‘Euro 7’ se apruebe de manera definitiva antes de finales de año. Los principales damnificados por esta medida serán tanto los vehículos diesel como los propios compradores, cuyo poder adquisitivo se verá mermado. Por consiguiente, la ‘Euro 7’ entrará en vigor, salvo sorpresa de última hora, en 2027 para coches y furgonetas y en 2029 para camiones y autobuses.

Sus principales medidas restrictivas

Con la norma ‘Euro 7’ se endurecerán los límites de emisión de vehículos, incluidos los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y las partículas procedentes del desgaste de los neumáticos y de los frenos. Además, se prevé implementar medidas que aumenten la esperanza de vida de las baterías.

En base a esto, los niveles máximos de emisiones para vehículos con motor de gasolina se mantendrán en los 60 gr/km de NOx, al igual que en la ‘Euro 6’. En el caso de los vehículos de motor con diesel, el valor bajará de los 80 gr/km a 60 gr/km.

En el caso de los vehículos comerciales ligeros, el Parlamento Europeo propone establecer una limitación en las emisiones contaminantes en torno al 60% con respecto a los valores actuales. No obstante, variarán en función de su peso.

Así mismo, se ha implantado una regulación internacional relativa a las ruedas de cara a 2026. La regulación sobre frenos supone que los frenos regenerativos de los vehículos con motor eléctrico pasen de 7 mg/km a 3 mg/km. En el caso de los coches eléctricos supone un gran reto, pues su elevada masa supone una mayor contaminación en estos aspectos.

Por último, el Parlamento Europeo también hace alusión a las baterías, obligando a los fabricantes a que mantengan el 75% de la capacidad disponible pasada una década desde su venta. En el caso de las furgonetas y vehículos comerciales, el porcentaje se reduce al 70%.

¿Qué supone la ‘Euro 7’ al consumidor?

Sin lugar a dudas, los fabricantes de automóviles se encuentran trabajando a contrarreloj para implantar esta ley en menos de diez años, debiendo estar vigente previamente a la imposición de la compra de vehículos nuevos 100% eléctricos en Europa. Al aplicar nuevos sistemas más eficientes que reduzcan los índices de contaminación, el cliente final deberá abonar un precio más elevado por estas piezas más selectas.

El sobrecoste, según estimaciones de la Comisión Europea, oscilaría entre los 200 y los 400 euros por vehículo. No obstante, los fabricantes han encargado un estudio a la ACEA (Asociación de Constructores Europeos de Automóviles) que dictamina que el sobrecoste sería de 1.860 para coches de gasolina y de 2.670 para los de diesel.

Al descender el volumen de ventas, fábricas de toda Europa se verían obligadas a reducir considerablemente sus producciones, y por ende, a acometer recortes de personal. Todo ello con una situación de claro envejecimiento de los parques móviles.

La posición de los países miembros de la UE

Países como Italia, Francia, República Checa, Rumanía, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria, Polonia y Hungría han manifestado públicamente sus quejas frente a la ‘Euro 7’. Las medidas normativas restrictivas echarán el freno al sector automovilístico y, además de destruir miles de empleos, provocará la pérdida de poder adquisitivo de la población.

Hay que recordar que la industria europea del automóvil genera una media de 13 millones de empleos en Europa, por lo que de aplicarse la ‘Euro 7’ podría bajar hasta límites muy llamativos y perder peso frente a otras potencias del sector como EEUU y China. Quizás, esto impulse a las empresas del sector automovilístico al pasarse, de manera anticipada, a la producción 100% eléctrica.

El impacto medioambiental

Desde los propios fabricantes se apunta a que el impacto medioambiental no será finalmente tan significativo. Esta postura es compartida por grupos ecologistas, que han mostrado su descontento ante el Parlamento Europeo. De ahí que Transport& Environment haya asegurado que si no se toman medidas urgentes, antes de 2035 se venderán 100 millones de coches muy contaminantes que circularán por las carreteras europeas durante las próximas décadas.

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