Por sexto mes consecutivo, el Banco Central Europeo ha decidido mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25 % y la tasa de los depósitos a un día en el 0 %. La verdad, no creo que a estas alturas la noticia haya sorprendido a nadie. Pese a la baja inflación en la Eurozona y a la fortaleza del euro frente al dólar, no creo que muchos esperaran un movimiento más agresivo por parte de Mario Draghi, el presidente del organismo.
A mi parecer, la simple advertencia de que los tipos puedan llegar a bajar suele ser suficiente para fortalecer el sistema, y esto lo sabe Draghi, quién no ha desaprovechado la ocasión para comentar que quizás el mes próximo se produzca una rebaja de tipos y una intervención en el mercado de divisas. Y es que las balas en la recámara del BCE son importantes y van desde la rebaja de los tipos de interés, hasta situar la tasa de depósito en valores negativos, de forma que los bancos tengan que pagar por dejar su dinero en el BCE, pasando por una hipotética compra de activos por parte de la máxima autoridad monetaria, imitando así las medidas puestas en marcha hace un tiempo en países como Estados Unidos o Reino Unido.
De cualquier forma, y como señalamos más arriba, el poder de las palabras de Draghi suele ser suficiente para apaciguar a los mercados. No en vano, tras su intervención de hoy las bolsas europeas han subido y la cotización del euro frente al dólar se ha desinflado. Cuando con la palabra no baste, imagino pasarán a la acción con medidas más drásticas.
En El Blog Salmón | El BCE prepara su propio QE, ¿o sólo amenaza? Imagen | Banco Central Europeo