Es una de las “profesiones” de moda. No hay clase de colegio o aula de instituto que no cuente en su haber con, al menos, un joven que quiera ser influencer. O lo que es lo mismo, usar las redes sociales que habitualmente utiliza pero ganando dinero por ellas y convertirlas así en su principal fuente de ingreso.
También para conseguir regalos, relevancia, popularidad y atención mediática. Pero ¿es fácil llegar a vivir de ello? La respuesta, a tenor de los datos, no deja espacio para la duda: NO.
Y es que en los últimos años, convertirse en influencer se ha convertido en el sueño de muchos jóvenes. Con el auge de las redes sociales, la posibilidad de ganar dinero creando contenido y compartiendo un estilo de vida atractivo parece la opción ideal para la Generación Z.
Sin embargo, la realidad de esta "profesión" está lejos del glamour que proyecta. Estudios recientes revelan que 19 de cada 20 no generan ningún ingreso significativo. ¿Qué hay detrás del sueño de ser influencer y cuáles son los retos reales de esta profesión?
Los números que cuentan otra historia
Según un informe reciente de la CNBC, más del 50% de la Generación Z en Estados Unidos sueña con convertirse en influencer. Sin embargo, un estudio de la plataforma de marketing para creadores, Influencer Marketing Hub, indica que sólo el 10% de los influencers a nivel mundial logran ingresos consistentes.
La mayoría de ellos ganan menos de 15.000 euros al año, una cifra que está muy por debajo del salario medio en países como España o Estados Unidos. Además, 19 de cada 20 creadores no reciben ingresos regulares, lo que pone de manifiesto que monetizar las redes sociales es un desafío que pocos logran superar.
En España, los datos también confirman esta tendencia. Según un informe de la agencia de marketing digital H2H, el 70% de los influencers españoles gana menos de 10.000 euros al año, lo que equivale a poco más de 800 euros al mes. Una cifra insuficiente para cubrir los gastos de vida básicos en la mayoría de las ciudades.
¿Cuánto pagan las marcas por publicidad en redes sociales?
Una de las principales fuentes de ingresos de los influencers proviene de las colaboraciones con marcas. Pero, ¿cuánto dinero están dispuestas a pagar estas empresas?
En Estados Unidos, las tarifas varían según la plataforma y el tamaño de la audiencia del creador. Según Influencer Marketing Hub, los microinfluencers (aquellos con entre 10.000 y 50.000 seguidores) suelen cobrar entre 100 y 500 dólares por publicación. En cambio, los macroinfluencers (con más de 500.000 seguidores) pueden recibir entre 5.000 y 20.000 dólares por una sola publicación en Instagram o TikTok.
En España, los precios son más modestos y también más opacos. Según la plataforma SocialPubli, los microinfluencers españoles cobran de media entre 100 y 300 euros por publicación, mientras que los macroinfluencers pueden llegar a los 10.000 euros en colaboraciones con grandes marcas. Aun así, estas cifras suelen estar reservadas para una élite de creadores, ya que la mayoría de los influencers opera en el segmento de los microinfluencers y nanoinfluencers (menos de 10.000 seguidores), donde los ingresos son significativamente menores.
La lucha por monetizar las redes sociales
Uno de los mayores retos para los influencers es monetizar su contenido. Las plataformas como Instagram, TikTok y YouTube ofrecen diversas opciones, pero muchas de ellas requieren un gran volumen de seguidores y visualizaciones para generar ingresos significativos.
En Youtube, los creadores pueden ganar dinero a través de anuncios, pero es necesario alcanzar un mínimo de 1.000 suscriptores y 4.000 horas de reproducción para acceder al programa de socios de YouTube. Además, las ganancias promedio oscilan entre 1 y 3 dólares -y su equivalente a euros- por cada 1.000 visualizaciones, lo que significa que un video necesita millones de reproducciones para ser rentable.
TikTok cuenta con un fondo de creadores, pero el pago promedio es de entre 2 y 4 céntimos por cada 1.000 visualizaciones. Esto significa que un video viral con un millón de visualizaciones generaría entre 20 y 40 euros. Por su parte, Instagram no ofrece pagos directos por contenido, pero los influencers pueden ganar dinero a través de colaboraciones. Tarea complicada.
El impacto de la saturación del mercado
Otro factor que dificulta el éxito como influencer es la saturación del mercado. Con millones de personas creando contenido, destacar en plataformas como Instagram o TikTok es cada vez más difícil. Además, los algoritmos favorecen a los creadores que generan interacciones constantes, lo que obliga a los influencers a mantener un flujo incesante de publicaciones para seguir siendo relevantes.
Esto no solo supone una enorme inversión de tiempo, sino también de recursos. Los creadores deben financiar su propio equipo (cámaras, luces, software de edición) y, en muchos casos, los costos asociados a la producción de contenido, como viajes o accesorios.
Llegado a este puente, ¿vale la pena ser influencer? Si bien hay casos de éxito que muestran que es posible ganar mucho dinero como influencer, la mayoría de los creadores enfrentan una dura realidad. Para muchos, ser influencer no es una profesión sostenible y requiere complementarse con otros trabajos o ingresos adicionales.
Estudios como el de Adobe en 2023 revelaron que solo el 12% de los influencers considera esta actividad como su principal fuente de ingresos. El resto la ve como un hobby o una forma de generar ingresos secundarios sin más. La realidad.