España está entre los líderes en el turismo mundial en volumen de personas que visitan, no por nada que esté basada en Madrid la Organización Mundial del Turismo (OMT), el organismo de las Naciones Unidas encargado de la promoción de un turismo responsable, sostenible y accesible para todos. No obstante, gran parte del turismo español es del barato, todo incluído, sol y bebida, que trae mucho volumen pero deja pocos gastos per capita. Como este es el tipo de turismo que predomina, la infraestructura turística también está dirigida a atender a este tipo de demanda.
La propuesta de ayer de Podemos, en un documento titulado Por un turismo de alto valor añadido - sostenibilidad, competitividad, innovación, habla de la necesidad de que tengamos más turismo de calidad o de valor añadido y la necesidad de que el turismo sea sostenible. Estoy completamente de acuerdo con los dos de estos objetivos pero hay que tener cuidado con la transición del turismo barato al turismo de calidad y sostenible.
En estas páginas he pedido que se aumente el turismo de calidad. Ese tipo de turismo donde el turista es solvente y gasta, en hoteles buenos, en restaurantes caros y en disfrutar, pagando, de todas las posibilidades culturales que ofrece España. Lo que no se puede hacer es entrar prohibiendo el turismo barato con la idea de mejorar el turismo de calidad.
Es verdad que si bajas mucho el turismo barato, causa que el porcentaje de turismo de calidad suba notablemente, pero también es verdad que, si se cumple de esta forma este ajuste de porcentajes, veremos cantidades de desempleo y de hoteles y otra infraestructuras vacios.
Para conseguir más turismo de calidad hay que venderse por el mundo como país destino de este tipo de turismo, algo que se ha hecho muy poco o mal. ¿Cómo puede ser que el país donde estaba el restaurante más valorado del mundo, El Bulli, durante años, y con el chef más valorado del mundo, tambien durante años, no arrase en turismo culinario? Además, entre los nuevos turistas, los chinos, España sólo está en el octavo puesto.
También es verdad que hay que hacer mucho más para atraer a conferencias y convenciones a nuestros destinos y se puede hacer. No por nada que el Mobile World Congress, de los más importantes en su ramo está alojada en barcelona todos los años.
Como ya he cuestionado en estas páginas:
Tenemos un Ministerio de Industria, Energía y Turismo y campañas de promocion y páginas dedicadas a las maravillas de España. ¿Dinero bien gastado?
Hacen cosas pero queda mucho más por hacer.
Vía | Las Provincias, La Opinión y Libre Mercado
En El Blog Salmón | Bye Bye Barcelona y Convivir con el turismo, documentales que cuestionan el "petroleo" español