
En un contexto marcado por una guerra, la de Ucrania, que de momento parece no tener fin. Y en un mundo cada vez con más tensiones geopolíticas, muchos países europeos han empezado a reconsiderar sus estrategias de defensa.
También España. Y es que, aunque el país no se ha visto involucrado directamente y sobre el terreno en la invasión rusa del país que preside Volodímir Zelensky, ha participado en misiones europeas de ayuda a Ucrania dada su pertenencia a la UE.
Con una escalada militar que, de momento, y pese al comienzo de tímidas negociaciones de paz, no cesa. Hay una pregunta sobre la mesa: ¿qué sucedería con los reservistas si España se ve envuelta directamente en el conflicto o si debiera mandar soldados a Ucrania para asegurar que se cumple un posible alto el fuego?
¿Qué son los reservistas y cuál es su papel en una situación de emergencia?
Aunque las cifras no están actualizadas, las Fuerzas Armadas de España contaban en 2022 con algo más de 13.500 efectivos en la reserva. También aproximadamente 3.000 reservistas voluntarios y casi todos ellos procedentes de la Tropa y Marinería.
En rasgos generales, los reservistas son ciudadanos que, después de completar el servicio militar o la formación en las fuerzas armadas, se encuentran en un estado de disponibilidad y pueden ser movilizados en caso de necesidades especiales de defensa de España.
Los reservistas son necesarios en caso de emergencia nacional o conflicto, para aportar su propia experiencia y fortalecer las capacidades del ejército activo. Pero ¿cómo se organizaría la movilización en España y qué está pasando con los reservistas en Europa?
La Ley 39/2007 de la carrera militar
Como hemos mencionado, en España los reservistas son aquellas personas que han sido parte de las fuerzas armadas, o bien que han completado el servicio militar obligatorio o bien que han asistido a unidades militares como voluntarios.
Actualmente, el régimen de los reservistas en España se determina de forma voluntaria, y es regulado por la Ley 39/2007 de 19 de noviembre, de la carrera militar. La cual establece las reglas y condiciones de su participación y movilización.
En situaciones críticas, y, específicamente en tiempos de guerra y crisis nacional de seguridad, los reservistas son convocados por las autoridades y no son parte de las tropas activas.
También, están siendo actualizados y entrenados periódicamente para estar preparados entra en acción ante cualquier improviso. En particular, en caso de una movilización tendrían, sobre todo, que apoyar a los cuerpos regulares en rutas logísticas, puntos de defensa y otras operaciones específicas, de acuerdo con sus habilidades y experiencia.
Reservistas activados en caso de guerra
Si España decide participar directamente en la guerra de Ucrania -lo que es poco probable-, movilizar a los reservistas sería una opción prácticamente asegurada. Concretamente, un mero anuncio formal del Gobierno activaría los mecanismos legales requeridos para que los reservistas se presentaran e incorporaran al ejército.
La movilización es un proceso complejo en primer lugar; no es automático y se lleva a cabo solo según las necesidades operativas y la disponibilidad de los reservistas.
Además, el coste no sería solo monetario, sino también social. Movilizar reservistas sería alterar no solo sus vidas privadas sino también sus carreras profesionales, lo que a su vez tendría un impacto indirecto en la sociedad. Con lo que la logística de actualizar y movilizar efectivamente a estas unidades no sería una tarea fácil.
¿Y si volviera el servicio militar obligatorio?
La guerra en Ucrania ha devuelto sobre la mesa en Europa el debate sobre el retorno del servicio militar obligatorio. Por ejemplo, en Polonia, el estado ha propuesto aumentar el número de sus efectivos militares, un movimiento que se acompaña con el regreso del servicio militar obligatorio.
En Francia, a su vez, la idea del “servicio nacional universal” ha sido bien recibida por los ciudadanos, a favor de que vuelva el servicio militar obligatorio. Mientras que otros países europeos han reforzando las unidades de reservistas, Suecia ha ido más allá y ha reforzado el servicio militar como un mecanismo eventual de dispersión de la fuerza en caso de un conflicto en Europa.
Mientras, en España la movilización de reservistas sería una cuestión de urgencia y como último recurso, aunque no puede descartarse por completo. En cualquier caso, los reservistas son relevantes no solo en la guerra, sino también en misiones de paz, en operaciones humanitarias y en situaciones de crisis de seguridad nacional. Por lo tanto, en el ejército, los profesionales, los voluntarios y los reservistas siempre son necesarios en cualquier tipo de conflicto.
Una cosa está clara: la guerra en Ucrania ha cambiado la noción de defensa en el viejo continente, lo que está llevando a muchos países a reconsiderar sus estrategias militares. Optar por reservistas o incluso recuperar el servicio militar obligatorio para aumentar el personal de defensa (y ataque) no es, dado el momento actual en el que vivimos, nada descabellado.