Como en todo río revuelto el actual desorden financiero sólo genera ganancias para los grandes pescadores. Hace algunos días el Banco Mundial entregó la nueva composición del poder de voto de sus países miembros. La información ha pasado inadvertida dada la turbulencia financiera de la semana que ha significado pérdidas importantes en todos los indicadores bursátiles: desde el Ibex (con un 9%) hasta Wall Street, en forma inclemente.
Esta nueva composición del poder de voto en el Banco Mundial ha significado que los países europeos en conjunto disminuyan su poder de voto mientras aumenta el poder de China e India, marcando el inicio de un gradual cambio en la gobernanza de la economía mundial. Lo inquietante es que Estados Unidos, el país origen de la crisis, mantiene el mismo poder de participación (ver gráfica), el 15,85%, lo que le otorga el poder de veto. Datos claves: Japón desciende desde el 7,62% al 6,84%. Alemania del 4,35% al 4,0%, Francia y el Reino Unido descienden del 4,17% al 3,75%, mientras Italia cae del 2,71% al 2,64%. A la inversa, China e India aumentan su participación: China pasa del 2,77%, al 4,42%, mientras India lo hace del 2,77% al 2,91%. Rusia y Arabia Saudita se mantienen en 2,77%.
Esta medida se tomó en conjunto al aumento de capital para el Banco Mundial por 86.000 millones de dólares, dinero que será aportado por los países emergentes para socorrer a los países más afectados por la crisis financiera global. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, señaló que "esto es muy bueno para el multilateralismo y que el aumento del poder de voto de China a India responde a la nueva realidad económica de estos países".
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