Hace un mes se presentaron las estadísticas de las hipotecas concedidas en septiembre y algunos lanzaron las campanas al vuelo porque el descenso era moderado ("sólo" un 4,2%). Se llegó a hablar incluso de recuperación. Pero por supuesto era simplemente un pico estadístico. Al sector inmobiliario todavía le queda mucho para recuperarse.
En octubre volvimos a las caídas, con un 18% interanual y un 16% intermensual. Y ya llevamos 28 meses seguidos a la baja. Lo de septiembre fue un espejismo. La vivienda sigue cara en España, el stock está ahí (y posiblemente aumentando, debido al tiempo que se tardan en construir las viviendas) y no va a desaparecer simplemente esperando.
Los bancos, cajas y empresas del sector deben tener claro que la única salida posible a un stock tan grande es vender con descuento. Los precios están desproporcionados. Lo han intentado todo, desde vender los pisos amueblados hasta regalar un coche. Pero la realidad del mercado es que los únicos pisos que se venden son los que hacen descuentos muy fuertes.
Hasta que no se asuma eso y se rebajen de verdad los precios, y se llegue a niveles normales comparados con el salario de los españoles, el sector será un zombie. Y los bancos y cajas tendrán un grave problema en sus balances.
Ya es hora de que se asuman pérdidas y hay que aprovechar ahora que los mercados financieros vuelven a estar activos para recapitalizarse si hace falta. Esperar no sirve de nada. Bueno, sí, para que la economía española siga al ralentí.