Sobre el papel, las 12 medidas de Pedro Sánchez para la vivienda están bien. Pero no me creo que se vayan a aplicar porque lleva diciendo lo mismo desde 2019

Sobre el papel, las 12 medidas de Pedro Sánchez para la vivienda están bien. Pero no me creo que se vayan a aplicar porque lleva diciendo lo mismo desde 2019
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El Gobierno anunció ayer 12 medidas para solucionar la crisis de la vivienda. Las medidas en sí se pueden agrupar en cuatro categorías que vamos a explicar a continuación y lo cierto es que no van mal encaminadas. Como hemos comentando en estas páginas el principal problema de la vivienda en España es que en ciertas zonas (ciudades medianas y grandes) hay más demanda que oferta y por lo tanto los precios suben.

Para solucionar este problema la única solución es equilibrar la ecuación subiendo la oferta, pues la demanda va a seguir subiendo (la transferencia de población del mundo rural a las ciudades no va a parar; y si la economía sigue bien la inmigración no se va a frenar). Las medidas anunciadas van encaminadas ahí aunque también con algunas restricciones a la demanda.

Las medidas del Gobierno

El primer grupo de medidas van encaminadas a aumentar la oferta a través de la vivienda pública (medidas 1, 2, 3, 4), con dinero, suelo y puesta a disposición de la población de viviendas en manos públicas.

Otro grupo de medidas van encaminadas a aumentar la oferta a través de manos privadas (medidas 5, 6, 7, 8, 9 y 11). Las medidas 5, 6 y 7 buscan que los que tengan viviendas las pongan en alquiler con ciertas garantías del Estado o beneficios fiscales. La medida 9 limita los beneficios fiscales de las SOCIMIs a los grupos que promuevan viviendas asequibles. Las medida  8 y 11 buscan que otro tipo de viviendas (turísticas, temporales) pasen a alquiler de largo plazo.

Luego viene la medida que intenta limitar la demanda (medida 10), que limita la compra de viviendas por parte de extranjeros extracomunitarios no residentes. Principalmente los afectados serían el Reino Unido y Latinoamericanos con alto poder adquisitivo.

Y finalmente vienen las ayudas fiscales a los demandantes (medida 12), pero esto tiene que concretarse en el futuro.

Medidas en la buena dirección...

Sinceramente las medidas, sobre todo el primer grupo, van en la buena dirección. Aumentar la oferta es fundamental para combatir la crisis de vivienda. Y poner suelo y viviendas públicas en el mercado es una buena idea, aunque no será milagrosa porque lo ya construido no está en las zonas tensionadas y construir no es rápido. Pero cuanto antes se empiece mejor, tal y como hizo Viena hace más de cien años.

Las medidas de aumentar la oferta a través de manos privadas no están mal, pero lo hacen de forma complicada. En lugar de dar garantías públicas, bonificaciones fiscales y trabas para otro tipo de alquileres que no sean de largo plazo lo que hay que hacer es volver a una ley de arrendamiento más equilibrada entre arrendador y arrendatario y lograr que los desahucios en caso de impago sean rápidos y limpios. Esta es la mejor manera de lograr que las manos privadas pongan todo su parqué de viviendas en alquiler y sin restricciones ni garantías excesivas. Y si hay personas vulnerables que quedan fuera tendrá que ser el Estado el que se encargue de ellas.

Mención especial merece la bonificación del 100% del IRPF. Por un lado me parece un disparate dar más dinero a los que ya tienen viviendas en alquiler. Además es complicado que surta efecto, pues ya existen bonificaciones fiscales (desde el 60% al 40%) y no será suficiente para que los precios bajen.

Limitar la compra por parte de extranjeros es una medida que ha sido probadas en otros países (Canadá, por ejemplo). Puede que sirva para ciertas zonas (como por ejemplo las zonas más caras de Madrid o Barcelona o zonas turísticas) pero no creo que tenga un impacto significativo en que una familia humilde no pueda permitirse una vivienda en Móstoles o Badalona.

Las ventajas fiscales a los que alquilan son una mala idea. Se ha intentado varias veces y lo único que logran es que suban los precios. No es la vía.

...pero que no son creíbles

El problema de todo este paquete de medidas es que no es creíble. Sánchez vuelve a anunciar miles de viviendas, como lleva haciendo desde 2019 y apenas se han construido 200. Y las que están en manos del Sareb no están en zonas con demanda, esas ya se vendieron en su día.

Sobre promover en suelo público tampoco me creo nada. La administración central no sabe hacerlo y si de verdad esta no es una medida estética sino que quieren ponerse manos a la obra van a tardar años en lograr algo concreto.

El resto de medidas requieren aprobación en el Congreso y las mayorías son muy ajustadas. Es más, ahora mismo es imposible quel Gobierno apruebe nada en el Congreso sin los partidos nacionalistas, muy celosos de sus competencias. Y las competencias de vivienda, por mucho que anuncie el Gobierno, son de las Comunidades Autónomas y ayuntamientos.

Por lo tanto, aunque la declaración de intenciones no parece mala (aunque muy mejorable) no creo que veamos nada de lo anunciado por el Gobierno en lo que queda de legislatura.

Imágenes | Getty Images, Instagram

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