Casi 10 millones de euros. Eso se dice que ha pagado un grupo de inversores anónimo por el dominio sex.com, convirtiéndose así en la venta más cara de un dominio en la historia de internet. Los dominios, como casi cualquier cosa, se han convertido en materia de especulación. Muchos son los que registran dominios con la intención de poder revenderlos a quienes crean que pueden utilizarlo después.
En el caso de sex.com, el dominio fue registrado en 1994 y, tras una serie de polémicas y juicios por su propiedad, la justicia americana determinó que su legítimo usuario era Gary Kremer, el mismo que lo dió de alta y el mismo que ahora lo ha vendido. ¿Cuánto dinero se puede sacar de un dominio? ¿Conseguirán sus nuevos dueños, tal y como han planteado, convertir Sex.com en "el destino líder dentro el mercado de entretenimiento para adultos"?. Teniendo en cuenta la diversidad de sitios dedicados a esta actividad que hay hoy en día, resulta difícil imaginar que un único sitio (con un nombre muy bien puesto, eso sí) vaya a situarse como líder destacado. En cualquier caso, teniendo con lo lucrativo que es el negocio del sexo en internet, es posible que consigan amortizar la compra recién realizada. Eso si no se lanzan, simplemente, a revenderlo una vez más. Al fin y al cabo, se trata de especular, ¿no?.
Vía | El Mundo