El nuevo Plan de Energías Renovables, aprobado por el gobierno a finales de agosto, prevé una inversión de 20.000 millones de euros en el periodo 2005-2010 para impulsar el desarrollo de estas fuentes de energía. En este plan participan las grandes compañías eléctricas (responsables de un 70% de la inversión), otros sectores económicos (bancos, constructoras... hasta un 25% de la inversión) y, finalmente, la propia Administración que impulsará proyectos, por valor del 5% del total, a través de subvenciones.
Este 5% está destinado sobre todo a pequeñas empresas e instalaciones domésticas, y será distribuído a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE).
Con esta distribución, está claro que la responsabilidad sobre las energías renovables queda lejos de los ciudadanos de a pie, que seguiremos consumiendo la energía eléctrica de la misma forma que hasta ahora. Y aunque es probable que esta distribución permita que se lleven a cabo proyectos importantes, no es menos cierto que servirá poco para concienciar a los ciudadanos. Y es que, desde mi punto de vista, uno de los factores clave para el avance en materia medioambiental está en que las personas asumamos, a título individual, la importancia del mismo. Pero si no cambiamos nuestros hábitos y nuestras costumbres, es difícil que se produzca un impacto profundo en la sociedad.
Vía | Cinco Días Más información | Ecoenergía Más información | IDAE