Al final y en segunda votación, la Cámara de Representantes de EEUU ha aprobado el plan de rescate financiero de Bush, que consiste, básicamente, en darle al Secretario del Tesoro 700.000 millones de dólares para comprar activos dudosos a las entidades bancarias para sanear sus balances.
La aprobación ha sido posible esta vez por unas enmiendas introducidas en el Senado, que principalmente aumentan el fondo de garantía de depósitos de 100.000 a 250.000 dólares, y se amplían en el tiempo unas deducciones fiscales existentes a las empresas.
Mucha gente pone en duda el plan, entre ellos la mayoría de los americanos y esa es la razón por la que el Congreso tiró atrás el plan en primera votación y en esta segunda ha habido muchos votos en contra (curiosamente, la mayoría republicanos).
Las dudas vienen porque esta medida va a quitar de los balances los activos que posiblemente no se paguen, pero en la actualidad muchos activos se están devaluando, lo cual hace que las entidades muy endeudas no puedan hacer frente a sus obligaciones ni aunque el Estado les quite de sus cuentas los problemáticos. A no ser que el Estado compre esos activos a un precio desorbitado, lo cual lo acabarían pagando todos los americanos.
Las bolsas han reaccionado bien ante la noticia pero yo tengo mis dudas de que este plan vaya a funcionar. Había otras opciones que no han querido considerar. Como inyectar dicho dinero vía ampliaciones de capital, con lo que a la larga el Estado podría evitar nuevos desmadres a corto plazo y ganar dinero con la venta futura de unos bancos saneados.
Vía | El País, El Economista Foto | alcebal2002