Se denomina trampa de liquidez cuando, al bajar mucho los tipos de interés oficiales para estimular la economía, se llega a una situación en la que no se pueden bajar más, los tipos se quedan a cero, y la política monetaria pierde su eficiacia y hay que recurrir a políticas fiscales (gasto del Estado y devolución de impuestos) para estimular la economía.
Según Paul Krugman, Estados Unidos está cayendo en esta trampa. A pesar de las bajadas de tipos, los mercados de créditos están congelados, tanto por los excesos de los últimos años como por la baja rentabilidad de las inversiones. Si hubiera una inflación alta se estimularía la circulación del dinero, ya que de lo contrario perdería valor. Pero cuando la economía se detiene, la inflación baja (como dijo una vez IC, “los muertos no tienen fiebre”).
Según Krugman, en EEUU podría llegar a pasar lo que en Japón desde principios de los noventa: que los tipos lleguen a cero, haya deflación y que no se pueda salir de ese círculo vicioso. Japón ha mantenido su tasa de paro baja con un gasto del Estado que le ha llevado a tener una deuda pública de casi el 200%, y ni aún así ha logrado reactivar la economía (de hecho, vuelven a estar en recesión).
Y la explicación de Krugman de por qué las políticas fiscales no han funcionado en Japón es porque la gente sabe que sus dirigentes son responsables. Y aunque parece que es muy fácil generar inflación (sólo hay que regalar dinero), no lo es tanto cuando la gente sabe que en cuanto repunte un poco, volverán las políticas de control de precios. Si los Bancos Centrales quieren generar inflación cuando se encuentran en una trampa de liquidez, tienen que ser irresponsables. O al menos que todos nos creamos que lo son.
Vía | Paul Krugman