Siguiendo con nuestra serie de Conceptos de Economía, hoy vamos a explicar uno de los productos de financiación más usados entre las empresas como son las pólizas de crédito. Una póliza de crédito es una fórmula de financiación muy habitual en la que básicamente tenemos un préstamo con vencimiento a tiempo determinado pero con disposición del capital prestado prestado de manera aleatoria y en función de las necesidades del propio cliente.
La póliza de crédito es a su vez uno de los instrumentos de crédito que peor usan las empresas como fórmula de financiación, dado que los créditos en variable se deben usar de manera puntual y no como vía de financiación permanente, que es uno de los errores más usuales con estas vías de financiación.
Definición y elementos de la póliza de crédito
Existen múltiples fórmulas para definir las pólizas de crédito y una de las más intuitivas que existen, es la que define una póliza de crédito como el producto contrario a la cuenta corriente. Esta definición implica que una póliza de crédito nos permite disponer y amortizar crédito en función de nuestras necesidades diarias. Cuando la póliza de crédito se instrumenta sobre una cuenta corriente, esta cuenta corriente puede presentar saldo deudor (saldo negativo a favor del banco) por el límite en el que tengamos concedida la póliza de crédito.
Tal y como podemos ver, los elementos que tiene una póliza de crédito son:
- Capital máximo disponible o límite. Que es el importe máximo de préstamo que podemos disponer en la póliza de crédito.
- Vencimiento. Las pólizas de crédito tienen duración determinada. Normalmente a un año, aunque pueden tener mayor duración en función de las condiciones pactadas.
- Comisiones aplicables y tipos de interés. Como cualquier producto financiero, en una póliza de crédito vamos a encontrar costes por comisiones y por supuesto intereses.
Al fin y al cabo, la póliza de crédito es un préstamo de disposición voluntaria y variable con límite superior de crédito y vencimiento pactado previamente.
Cálculo de comisiones e intereses en las pólizas de crédito
En una póliza de crédito nos encontramos normalmente con un ampli lote de comisiones y tipos distintos de tipos de interés a pagar. Estos suelen ser:
- Comisión de apertura: Se trata de un préstamo, sólo que variable, representando un porcentaje sobre el total del límite de crédito que tengamos disponible. Normalmente, entre el 0,25% y el 2% sobre el total, en función de las entidades financieras, condiciones crediticias del prestatario y límite de la póliza.
- Comisión de disponibilidad: Es un porcentaje de la cantidad que podemos disponer en el momento de la liquidación de intereses, suele ser muy pequeño, normalmente un 0,1% sobre la suma de los números comerciales de la póliza de crédito, o bien el 0,1% sobre el capital no dispuesto en la póliza de crédito.
- Interés por saldo dispuesto: El interés que pagamos por el saldo medio dispuesto. Este tipo de interés se calcula mediante el método hamburgués, procedimiento que considera cada operación en la póliza de crédito como una disposición o cancelación propia del préstamo. En este artículo, podemos ver el detalle de cálculo del tipo de intereses en una póliza de crédito.
- Interés por saldo no dispuesto: en algunas pólizas de crédito, se aplica también un tipo de interés a pagar por las cantidades de crédito que no hemos usado durante el periodo de liquidación de intereses.
- Interés de excedido: En caso de que nos excedamos de la cantidad acordada hay que pagar un excedido sobre la cantidad que nos hemos excedido. Será sensiblemente más alto que el interés de dispuesto equivalente a los intereses de demora.
Tal y como podemos ver, el coste financiero de una póliza de crédito es un coste importante, dado que son muchos los parámetros que se tienen en cuenta para liquidar la operación en cada periodo. Además, como todas las operaciones de préstamo que se formalizan con una entidad financiera, nos podemos encontrar con gasto asociados por los avales, pólizas de afianzamiento mercantil o por la intervención notarial del contrato de préstamo. En estos casos, podemos considerar hasta un 5% adicional sobre el total de la póliza en gastos asociados si tenemos que constituir garantías reales como son hipotecas.
Para qué usar una póliza de crédito y para qué no se debe usar nunca
Tal y como he comentado anteriormente, las pólizas de crédito son un instrumento crediticio en las empresas muy extendido y cuando existe abundancia de un determinado producto se suele hacer un uso negativo del mismo.
Una póliza de crédito nunca se debe usar para:
- Financiar la adquisición de activos fijos. Por ejemplo, no debemos financiar la compra de una máquina o un vehículo con una póliza de crédito. En estos casos, es mucho mejor el préstamo directo o sistemas de leasing.
- Financiar necesidades permanentes de tesorería, como pueden ser los flujos de caja negativos en empresas en crecimiento. Supongamos una empresa con un flujo de tesorería negativo (cobra sus ventas mucho después de pagar a proveedores y resto de gastos). Si la empresa está en crecimiento, el flujo de caja negativo irá creciendo de manera indefinida y esta necesidad permanente de tesorería se debe paliar con fondos propios, nunca con financiación bancaria.
- No se debe financiar con una póliza de crédito una serie de impagos de clientes. Por el mismo punto que el anterior, los impagos se deben sufragar con fondos propios.
Las pólizas de crédito sólo deben usarse para:
- Necesidades puntuales de tesorería, siempre y cuando sea puntual. Por ejemplo, realizo una venta aplazada a un año de gran importe y la voy a cobrar mensualmente. Hasta que finalice el cobro, voy a tener que liquidar IVA e impuesto de sociedades, por lo que voy a tener una necesidad parcial de tesorería por dicha venta. En este caso, sí se podría utilizar la póliza pero sólo para afrontar este desfase de tesorería puntual.
El problema real es que la póliza de crédito ha sido el vehículo de financiación por excelencia durante la época de expansión y durante la crisis, estos productos se han restringido a los usos que realmente debe tener el crédito variable. Aquí se encuentra uno de los grandes problemas de financiación de las empresas, en los cambios de criterio de financiación empresarial.
En Scribd | Hoja de cálculo para intereses en pólizas de crédito
En El Blog Salmón | Qué son las pólizas de afianzamiento mercantil, Cómo se financian las empresas, Doce reglas para conseguir financiación
Imagen | Lore & Guille