Continuando con nuestra serie de Conceptos de Economía, en este artículo explicamos qué son los estabilizadores automáticos y cómo funcionan.
Los estabilizadores automáticos son esos elementos de los Presupuestos Generales del Estado que tienen impacto en los ingresos y en los gastos del Estado sin la necesidad de una decisión, cambio de ley o acto expreso del gobierno. Los estabilizadores automáticos pueden también ser destabilizadores, dependiendo de los ciclos de la economía.
Por las decisiones tomadas en el pasado y por las leyes y regulaciones ya introducidas, el presupuesto del Estado tiene ingresos y gastos y, dependiendo de la relación entre estos dos, déficit o superávit en las cuentas públicas. El nivel de ingresos y gastos ya decidido depende directamente del punto en el ciclo económico donde se encuentra la economía.
En el lado de los ingresos los gobiernos tienen decididos sus distintas fuentes de ingresos en los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, muchos de los ingresos del Estado provienen de impuestos sobre los beneficios de las empresas, de los sueldos de los trabajadores (el IRPF) y de ingresos relacionados con las transacciones diarias (el IVA).
Cuando la economía va bien, las empresas tienen altos beneficios, hay muchos trabajadores cobrando su sueldo y todos compramos más. Estos mejores beneficios, sueldos y ventas, repercuten automáticamente en muchos más ingresos para el Estado. Cuando la economía va mal, los beneficios de las empresas bajan o tienen pérdidas, hay menos trabajadores cobrando sueldos y todos compramos menos y esto repercute automáticamente en menos ingresos para el Estado.
En el lado de los gastos, hay algunas partidas en los Presupuestos Generales del Estado que también cambian automáticamente dependiendo del punto en el ciclo económico. Es decir, si la economía va bien, estos gastos son bajos y, si la economía va mal, estos gastos son altos.
Ejemplos de gastos que suben y bajan con el desarrollo de la economía incluyen los pagos para el desempleo y gastos relacionados con las ayudas a los que están en dificultades económicas. Es decir, cuando la economía va bien, hay menos desempleados y a las familias les va mejor y, automáticamente, los gastos del gobierno para estas partidas son más bajos. Cuando la economía va mal, hay más desempleados y más familias en dificultades y, automáticamente, los gastos del Estado en desempleo y en ayudas son más altos.
Estos cambios automáticos de ingresos y de gastos dependiendo del punto del ciclo económico en el cual se encuentra la economía tiene un impacto importante en el nivel de deficit o superávit en el presupuesto del Estado.
En recesión, bajan mucho los ingresos y suben mucho los gastos que tiende a reducir el superávit o subir el déficit automáticamente. Por contrario, en tiempos boyantes de la economía, suben los ingresos y bajan los gastos que tiende a subir el superávit o bajar el déficit automáticamente. Estos son los estabilizadores automáticos.
Este efecto doble automático, en recesión, de reducción de ingresos y subida de gastos hace especialmente importante cuidar las cuentas cuando las cosas van bien. Con boom, se ven altos ingresos y reducidos gastos con la tentación de incrementar el gasto. No obstante, esta situación es un balance delicado ya que, cuando cambia el ciclo, el efecto es doble, con la automática reducción de ingresos e incremento de gastos.
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