Se acerca la Navidad. Ya es fácil ver decoración navideña en los escaparates y en los hogares. Además a pesar de que las últimas noticias económicas no son muy favorables, tras las fiestas de 2020 y 2021, las familias tienen ganas de gastar y pasarlo bien. Entre otras tradiciones, tenemos el árbol de Navidad. Un producto que nos podría parecer trivial, pero que da de comer a muchas más familias de las que nos podemos imaginar.
Más típico de países anglosajones, hoy en día se ha extendido todo el mundo incluída España donde eran exóticos antes de la transición. De hecho los católicos lo aceptan como algo propio desde que en 1982 se colocó el primer árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro. Detrás de este producto, existe una fuerte industria, especialmente en aquellos países donde hay más costumbre de poner un árbol natural nuevo cada año. Muchas personas dependen de este producto para vivir, y no solo durante el mes de diciembre.
Si no nos vamos a comprar uno pero queremos ver el impacto de poner el árbol de Navidad de plástico que compramos el año pasado en nuestras cuentas ¿cuesta mucho iluminar nuestro árbol de Navidad con los altos precios de la energía? Según los cálculos que hace A. Gil en La Información, con una guirnalda led de 12watios tenerlo encendido cinco horas al día sólo nos costará unos 0,41€ al mes. Lo que no es muy caro.
¿Es posible invertir en árboles de Navidad? Posible pero difícil, ya que no hay ninguna gran compañía cotizada que se dedique a esta industria. Quizás podríamos comprar acciones de un REIT (un tipo de empresa similar a una SOCIMI en España) especializado en la industria maderera de EEUU. Porque la industria del árbol de Navidad da de comer a muchas familias y engrosa las cuentas de muchas empresas de Norteamérica.
La industria del árbol de Navidad
En 1971 El Banco de la Reserva Federal de Philadelphia ya publicó un artículo sobre la industria de los árboles de navidad en EEUU de Evan B Alderfer. En él cuenta como en un estudio de 1948, el 15% de los árboles de navidad habían sido cultivados, mientras que en 1971 de los 21 millones la proporción era mitad y mitad. Muchos de esos árboles son importados desde Canadá, que tiene una industria de árboles de Navidad que lleva exportando árboles a su vecino del Sur desde los años 20 del siglo XX. En EEUU muchos de estos árboles se cultivan en el Condado de Indiana, en Pensilvania, que se autoproclama la capital mundial del árbol de Navidad. No obstante hoy en día, los estados de Oregón, Carolina del Norte y Michigan producen más árboles de Navidad que Pensilvania.
Existen una treintena de especies que se usan como árboles de Navidad, el Scottish Pine es ideal, ya que permite tener un tamaño razonable para ser cultivado en unos ocho años, dándose bien en climas fríos y es la quinta especie más popular, por detrás del “Fraser fir”, el “Noble fir”, el “Douglas fir”, y el “Balsam fir”. Aunque podríamso pensar en los árboles de Navidad como algo propio de climas fríos, también se producen en estados más cálidos, como en Texas dónde es exitoso el “Virginia Pine”, pero también el “Leyland Pine”, Afghan pine” y el “Arizona cypress”.
En 2016 en EEUU se vendieron 27 millones de árboles de navidad producidos principalmente en las 15.000 granjas de árboles de Navidad, las ventas al consumidor superaron los dos mil millones de dólares y más de 100.000 personas trabajaban a tiempo completo o parcial en la industria. Para que nos hagamos una idea, la industria del automóvil en EEUU tiene menos empleados, unos 91.000.
Todo este volumen de negocio se produce a pesar de que el consumidor medio estadounidense se ha rendido al árbol de navidad de plástico como pronosticaba Evan B Alderfer cuarenta años antes. Ya en 2014 el consumidor medio gastó 39,5 dólares en árboles de verdad, frente a los 63,6 que gastó en árboles falsos ese mismo año. Lo mismo suecede para el Reino Unido, donde hay mayor interés en los árboles de Navidad artificiales que en los naturales.
El 80% de los árboles de Navidad artificiales que se venden en EEUU se producen en China. No sólo de los árboles artificiales vive la llamada ciudad de la Navidad de Yiwu en el oeste de China, también hay que decorarlos sean naturales o artificiales. En 2018 se estimaba que la producción de adornos para árboles de Navidad de EEUU reportaba unos 8.400 millones de euros a los productores chinos, a pesar de la guerra comercial que inició la administración Trump.
La pandemia de 2020 acabó disparando la venta de los árboles de Navidad belgas, país que los produce y exporta a toda Europa. En la zona del Montseny-Guilleríes, en Cataluña, se cultivan la mayor cantidad de árboles de Navidad del sur de Europa. CANAC Cultivadors d’Arbres de Nadal Associats de Catalunya (Asociación de cultivadores de Árboles de Navidad de Cataluña) , agrupa a productores de esta zona que producen el 90% de los árboles de Navidad que se consumen en la península ibérica.
Principalmente producen árboles de las especies abies nordmanniana (la más comercializada de la zona de Montseny-Guilleríes), abies pinsapo, picea excelsa y abies masjoanis. No obstante, hay que reconocer que en España por lo menos no estamos tan acostumbrados al árbol de Navidad natural, sino que solemos comprarlo de plástico.
Pregunta a los lectores, ¿árbol de Navidad o Belén?