Cobrar más es la manera más efectiva de mejorar nuestra economía doméstica. Los trucos de ahorro funcionan, pero no cambiarán nada radicalmente a menos que los ingresos aumenten.
Por eso, aunque también es cierto que cuanto más ganas, más gastas, quiero detallar algunos factores que, según los datos, nos ayudarán a ascender en el trabajo y que nos paguen más.
Antes de nada, comentar que ya vimos varios consejos polémicos para promocionar en nuestro empleo. Funcionan y deberíamos conocerlos, nos gusten o no.
El resumen de ese artículo era que:
- Resulta más importante gustar que hacer un buen trabajo.
- Hay que estar cerca del centro del poder para que se nos vea.
- Hay que hacer feliz al jefe.
- Hemos de tener confianza o, al menos, aparentarla.
Teniendo en cuenta esos 4 factores, he aquí 6 consejos más sobre cómo ascender en el trabajo, respaldados por la ciencia.
Con ellos veremos de nuevo que, nos guste o no, mejorar nuestra posición y nuestro sueldo depende de muchas más cosas que de «hacer un excelente trabajo».
Porque eso es necesario, pero no resulta suficiente.
1. La energía positiva produce ascensos
Sí, me temo que estar todo el día rajando de la empresa en la máquina del café no nos mejorará el sueldo. Sin embargo, mostrar una energía positiva y motivadora sí lo hace. Rob Cross y Andrew Parker, en su libro The hidden power of social networks (Editorial Harvard Business School Press), estudiaron multitud de sujetos y relaciones en el trabajo.
En particular, preguntaban a los empleados por otros compañeros y por cómo estos les hacían sentir, calificados del 1 al 5. Un 1 era que les robaban la moral y la energía, mientras que un 5 quería decir que eran personas que la contagian y la dan.
Y los entusiastas, según sus datos, reciben antes un ascenso y avanzan, porque escuchan sobre más oportunidades, además de que a ellos también se les escucha y sus ideas son tenidas en cuenta y aplicadas.
Me temo que ser ese que cierra el portátil diciendo que ya le queda un día menos para jubilarse, tras comer la moral a todo el despacho, no nos llevará muy lejos. Lo siento Óscar, estés donde estés.
Pero es que resulta que, si llevamos el entusiasmo un paso más, la ciencia también muestra que es más fácil que ascendamos.
2. Ser obsesivo y narcisista nos puede conseguir un ascenso
En 2012 se realizó un interesante estudio a 5000 británicos que completaron varios tests de personalidad y su relación con el trabajo. La conclusión fue que los trastornos de personalidad eran poderosos predictores del éxito y el fracaso laboral, pero aparecieron curiosos resultados a la hora de valorar algunos de los llamados «rasgos oscuros».
Si bien la personalidad paranoide y los trastornos límite impedían progresar en la carrera personal (poca sorpresa en esto), hubo dos rasgos «oscuros» que predecían un mayor éxito: la obsesión compulsiva y el narcisismo.
La obsesión por algo, especialmente el trabajo o ascender, nos lleva a hacer casi de todo por él y eso facilitaba a las personas con ese rasgo que tuvieran puestos de mayor poder.
Y lo mismo ocurría con el narcisismo.
En su día vimos el poderoso efecto de la confianza, algo que los narcisistas poseen externamente (aunque sea para compensar que por dentro se sienten muy inadecuados). Del mismo modo, los narcisistas se promocionan más y eso cuenta, porque el marketing tiene razón, la percepción es la realidad y la visibilidad ante los jefes resulta clave para el ascenso.
3. Si quieres ser un líder, debes parecer un líder y actuar como tal
Eso implica tanto en aspecto, como en carácter, ya que, según parece, los que se convirtieron en líderes empezaron a interpretar ese papel ya antes de serlo.
Coraje, proactividad, toma de decisiones, esa confianza de la que hablaba... La neurociencia cognitiva ha demostrado que actuar de una determinada manera, incluso si es pura fachada al principio, nos cambia las conexiones neuronales para adaptarse a ese nuevo yo.
En definitiva, ser de los que «espera y obedece» no lleva a muchos ascensos.
4. Relaciones, relaciones y relaciones
No me voy a cansar de decir, ni los datos tampoco, que el networking es el predictor más robusto del éxito. Es lo que hay y en el entorno laboral, si queremos ascender, vamos a necesitar aliados y relaciones.
En una edición de la American Time Use Survey, de la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense, se mostraba, por ejemplo, que la gente pasaba alrededor de 2 horas diarias socializando. De ellas, solo unos 9 minutos eran con compañeros de trabajo.
Son cifras medias, pero la conclusión era clara, con eso no se llega muy lejos, ni muy alto.
Pero he aquí otros aspectos interesantes de esa encuesta.
- Aquellos que declaraban que el networking había sido crucial para su carrera profesional pasaban una media de 6,3 horas semanales dedicadas a eso.
- Aquellos que decían que no les había resultado especialmente útil apenas empleaban 2 horas.
La conclusión es sencilla, el problema, como en muchas soluciones, estaba en la dosis, no en que el «medicamento» no funcionara.
La conclusión del propio estudio era clara: Una recomendación de entre 8 y 10 horas semanales para conseguir ventaja en la carrera.
5. Ten un pie en la puerta si quieres ascender
En un estudio publicado en la revista Economic Letters, que analizaba datos laborales de Países Bajos, se comprobó enseguida quiénes eran los que más cobraban y ascendían.
O mejor dicho, el principal motivo por el que los jefes dan esos aumentos y ascensos que a nosotros nos niegan.
Es para impedir que los trabajadores de calidad se marchen a otro lado.
Efectivamente, si no estamos dispuestos a irnos, ni generamos oportunidades para eso, probablemente tampoco estaremos bien posicionados para ascender. Por eso, una de las mejores armas para avanzar en la jerarquía de una empresa es estar siempre buscando otro trabajo mejor.
Y en cuanto lo tengamos visto, ir a hablar con nuestro jefe.
Ahora, es muy importante que no se nos pase el matiz principal del motivo para un mayor sueldo: evitar la pérdida de trabajadores de calidad. Eso significa que nos tenemos que ir unos cuantos consejos hacia atrás y no olvidarnos de lo de estar implicados en el trabajo y ser pieza clave.
Moraleja: Si no somos buenos y no estamos dispuestos a irnos, no ascenderemos. Para una vez que la competencia y el valor funcionan, mejor aprovecharlo.
6. Si no puedes ascender en un trabajo, lo mejor para progresar es marcharse
En el contenido de los consejos polémicos para ascender del que hablaba al principio, nos fijábamos en los trabajos de Jeffrey Pfeffer.
Lo rescato de nuevo para transmitir otra de sus principales enseñanzas, destiladas de los estudios usados en su libro Power: Why some people have it and other don't:
Si nuestros esfuerzos por ascender en un trabajo no están funcionando, es mejor marcharse que intentarlo con más esfuerzo.
Esa es la tercera pieza clave que, según Pfeffer, nos hará avanzar en nuestra profesión. Las otras dos son dejar bien claro a los jefes lo que estamos consiguiendo y dar forma a cómo quieres que se perciba tu trabajo, a menudo y pronto. Es decir, dejar bien claro qué haces y lo importante que es ante quien cuenta.
Como vemos, ascender es mucho más que trabajar duro, pero no consiste solo en limpiar las botas de quienes tienen el poder. Hacernos valiosos cuenta, porque la confianza nos lleva lejos, pero solo hasta un punto.