Cada vez más los españoles estamos asumiendo que existe la posibilidad que tengamos que ir a otras elecciones por la falta de entendimiento de los diferentes partidos políticos.
La pregunta que nos podemos hacer es: ¿La falta de entendimiento político afectará a la creación de empleo?
Hace ya 3 años paso lo mismo y nos tuvimos que realizar la misma pregunta, y por entonces los españoles no salimos tan mal parados.
En 2016 estuvimos sin gobierno y no le fue tan mal a la economía española
Los economistas saben que la incertidumbre pasa factura a la inversión y el consumo de los bienes, y esto afecta de manera negativa a la creación de empleo. En 2016 se esperaba que la incertidumbre aumentaría la prima de riesgo, que equivaldría a un aumento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), y reduciría el PIB y la creación del empleo en España.
Pero paso el efecto contrario, por una parte la economía creció hasta casi el 3 por ciento, y se creación alrededor de 500.000 empleos, con cifras parecidas al que se obtuvieron el año anterior, es decir, el 2015.
La conclusión que se pudo obtener es que la economía española se estaba pareciendo a la economía italiana, es decir, que la falta de gobierno no estaba afectando a las decisiones de los consumidores, empresas o los inversores.
¿Nos va afectar ahora la falta de gobierno?
En estos momentos algunos economistas dicen que va a pasar la mismo que en 2016. Es decir, la falta de gobierno no afectará a la economía española. Pero la gran duda que nos surge, es que si nos lo podemos creer.
Claramente nadie conoce cómo van a reaccionar los consumidores españoles, empresas y los inversores. Por tanto, los economistas no están capacitados para responder si la falta de gobierno afectará a la economía española y a la creación de empleo.
Nos obstante, las condiciones del entorno han cambiado respecto de las que había en 2016. En 2016 el Banco Central Europeo (BCE) estaba comprando deuda pública y evitó que la prima de riesgo aumentase.
En 2019 las compras del Banco Central Europeo (BCE) está en mínimos, en referencia de hace 3 años, pero llevamos meses con un gobierno en funciones y la prima de riesgo ha descendido. Por lo tanto, de momento no parece que la incertidumbre este afectando a los inversores.
Existe factores que hacen pensar que podemos estar peor preparados
Otros datos de la economía española han cambiado, ya que en 2016 era Presidente de los Estados Unidos Barak Obama, el comercio mundial era muy diferente y la economía de Europa estaba en una situación de crecimiento, y la exportaciones españolas crecían un 5 por ciento respecto el 2015.
Hoy en día, tenemos a Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, y aplica una política proteccionista a nivel de comercio mundial, por tanto, el comercio mundial ha disminuido y las exportaciones españolas se han quedado estancadas.
Por otra parte, en el 2016 las comunidades autónomas estaban gestionando el doble del gasto público que el gobierno central a través de gobiernos estables, con la aprobación de presupuestos y llegando a decisiones.
En la actualidad hay varias comunidades autónomas que no tienen un gobierno estable, como es el caso de Aragón, La Rioja, hasta la propia Comunidad de Madrid. En otras comunidades autónomas, donde ya un gobierno, no son capaces de aprobar presupuestos, ni tomar decisiones, como es el caso de Cataluña y Andalucía.
En referencia a la Seguridad Social de estos últimos meses ha existido una desaceleración del crecimiento de los afiliados, se mantiene el ritmo, pero la previsión de creación del empleo para el 2019 es de 350.000, bastante alejado de los empleos creados durante el 2017 y 2018, que fueron de alrededor de 600.000, respectivamente.
También debemos tener en cuenta la ventas de los vehículos de particulares que han descendido un 20 por ciento y las ventas de inmuebles usados se ha frenado durante este año, después del crecimiento de estos últimos años.
Hoy en día se ha impuesto la cultura de confrontación entre los diferentes partidos políticos y las consecuencias las vamos a pagar, como siempre, los españoles, especialmente aquellos sectores más desfavorecidos que son los parados y los jóvenes.
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