A pesar de las políticas proteccionistas desencadenadas por la Administración Trump se han centrado específicamente en China, lo cierto es que la Unión Europea ha visto como a través de la escalada de guerra comercial se han deteriorado las perspectivas de crecimiento.
Si nos remontamos a marzo de 2018, Estados Unidos impulsó aranceles del 25% y del 10% a las importaciones de acero y aluminio con una exención temporal a la UE, de México y de Canadá. Esa exención finalizó en junio y el conjunto de países reaccionó, la UE impuso sus propios gravámenes sobre las importaciones de bienes estadounidenses por valor aproximado de 2.800 millones de euros.
En 2018, Estados Unidos y la UE acordaron iniciar un camino hacia un entorno de libre comercio, lo que ha permitido establecer una tregua temporal. El acuerdo firmado en julio de 2018 pretende eliminar barreras arancelarias y no arancelarias, así como a prohibir los subsidios para los bienes industriales (excluidos los automóviles).
Además, ambos actores se comprometieron a trabajar conjuntamente con la Organización Mundial del Comercio para resolver el problema de la apropiación de derechos de la propiedad intelectual (en referencia a China) y a no adoptar medidas proteccionistas mientras duren las negociaciones.
¿Qué relaciones comerciales existen entre Estados Unidos y la Union Europea?
Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea son especialmente intensas. Para la UE el mercado estadounidense representa el mayor mercado de exportación para los productos industriales que es su mercancía más exportada.
Específicamente hay que hablar de los vehículos exportados a Estados Unidos que suponen el 13% de las exportaciones totales a este país, mientras que para los Estados Unidos resultan especialmente significativas las exportaciones de aviones a la Unión Europea hasta el 10,6% del total.
No obstante, la estructura arancelaria de la Unión Europea y Estados Unidos ha sido muy desequilibrada. La Unión Europea si bien mantiene una política de libre mercado de manera interna, lo cierto es que establece ciertas medidas arancelarias para los productos estadounidenses y medidas no arancelarias cómo pueden ser determinados requisitos sobre los productos para que puedan ser exportados a nuestro mercado.
Específicamente, los aranceles tienden a ser bastante elevados para algunos productos cómo son los vehículos, los productos químicos los aviones. Un argumento que ha sido utilizado por la Administración estadounidense para defender una postura de medidas compensatorias para requilibrar estos desajustes.
El año 2018, tanto la Unión Europea como EEUU buscaron avanzar hacia un terreno de libre comercio, lo que se traducía en permitir una tregua temporal. Este acuerdo aspira a eliminar barreras arancelarias y no arancelarias.
Hoy por hoy, las medidas proteccionistas adoptadas por Estados Unidos han afectado directamente al comercio de la UE de manera solo marginal, pero persisten riesgos elevados en el sector del automóvil que más adelante analizaremos con detalle.
Las medidas conciernen en particular a las exportaciones de acero y aluminio a Estados Unidos, que representan solo un 1,7 % de las exportaciones totales a Estados Unidos y un 0,3 % de las exportaciones totales extra-UE. Sin embargo, la imposición de aranceles al sector automovilístico elevaría la proporción de exportaciones a Estados Unidos afectadas por medidas proteccionistas al 14,7 %, lo que se traduce a un 2,9 % de las exportaciones totales de la UE.
No obstante, la UE y Estados Unidos se están mirando de reojo... Por un lado tenemos que la Comisión Europea recientemente ha elaborado una lista de importaciones de Estados Unidos por un valor de alrededor de 20.000 millones de euros que podría afectar a los aranceles en una disputa de subsidios de aviones transatlánticos. Por su parte, desde la Casa Blanca, amenazan con imponer aranceles por valor de 11.000 millones de dólares por los subsidios otorgados a Airbus, fabricante de aviones europeo.
La industria automovilística europea en el punto de mira
Aunque la estimación de los aranceles actuales y las medidas adicionales pueden tener un impacto más bien reducido, los efectos sobre las restricciones a las importaciones de vehículos serían el principal foco de atención para Estados Unidos.
Los Estados Unidos están considerando la posibilidad de aplicar aranceles adicionales a las importaciones de automóviles debido a la preocupación por la seguridad nacional. En este análisis, estudiamos los efectos de un arancel adicional permanente de importación del 25% sobre las importaciones de automóviles de todos los países.
Si nos ceñimos a las economías más perjudicadas, veríamos a Austria, Alemania y Hungría donde el valor añadido del sector automovilístico se contraería en un 6,9%, un 4,7% y un 4,5%, respectivamente. En el global de la Unión Europea este porcentaje se situaría ligeramente por encima del 3%, lo que indica un impacto significativo de los aranceles a los vehículos a escala sectorial.
Entre los países de la UE, Alemania es, con mucho, el país más afectado por los posibles nuevos aranceles estadounidenses sobre las importaciones de automóviles, de hecho llegó a bordear la recesión en el último trimestre de 2018. Si los Estados Unidos imponen aranceles permanentes del 25%, a largo plazo, las exportaciones alemanas de automóviles a los Estados Unidos podrían caer casi un 50%, es decir, 17.000 millones de euros.
Por su parte España y, a pesar de su fuerte industria automotriz representa el 17,3% de las exportaciones totales de bienes, las que van dirigidas a Estados Unidos representan una cuota reducida, por lo que el impacto sería poco relevante.
Lo deseable... La eliminación de aranceles en favor del libre comercio
Un análisis económico de la Comisión Europea confirma que la UE y los Estados Unidos se beneficiarían considerablemente de la eliminación de los aranceles restantes sobre todos los productos industriales. Esto podría aumentar las exportaciones de bienes industriales de la UE a los Estados Unidos en un 8% y las exportaciones de Estados Unidos a la UE en un 9% para 2033.
Si lo traducimos a números, corresponde a un incremento de las exportaciones para la UE y Estados Unidos de 27.000 millones de euros y 26.000 millones de euros, respectivamente. Esto ofrecería a las empresas transatlánticas de todos los tamaños una ventaja comparativa, reduciría los costes en las cadenas de suministro integradas, apoyando así también su capacidad para competir a nivel mundial.
Además, las relaciones económicas entre la UE y los Estados Unidos son se caracterizan por fuertes vínculos comerciales. El comercio bilateral total de mercancías alcanzó un máximo histórico de 633.000 millones de euros en 2017.
Si se tiene en cuenta el comercio de servicios, las inversiones y los flujos de beneficios, lo cierto es que la relación comercial entre la UE y los Estados Unidos está bastante equilibrada, ya que los Estados Unidos alcanzan un pequeño superávit total de 12.000 millones de euros.