Uno de los temas que se debate en la cumbre del G20 que se celebra en Cannes desde ayer es el impuesto a las transacciones financieras. Este tema cuenta con el voto de Francia y Alemania, que intentan convencer al resto de los países europeos. Y aunque las cúpulas del Reino Unido y Estados Unidos rechazan esta idea, lo cierto es que al interior de estos países existe un gran apoyo. No olvidemos que fue en el Reino Unido donde nació la campaña por la Tasa Robin Hood, hace dos años. Y que es uno de los puntos centrales del movimiento Ocupa Wall Street de Estados Unidos.
A 40 años de esta idea planteada por el economista James Tobin puede que al fin se haga realidad. Ahora se ha sumado a esta iniciativa el fundador de Microsoft, Bill Gates, quien instó ayer a los líderes del G20 a apoyar el impuesto a las transacciones financieras, dado que “se trata de un impuesto clara y técnicamente factible”, que se aplica con éxito en varios países. Este impuesto podría recaudar 30 mil millones de euros que permitirían combatir la pobreza, uno de los dramas que más se ha acentuado con la actual crisis financiera.
A pesar de la hostilidad manifiesta de Estados Unidos y el Reino Unido por la Tasa Tobin, el fundador de Microsoft se mostró partidario de este impuesto y así lo hizo ver en una de las reuniones convocadas por el anfitrión de la cumbre, Nicolas Sarkozy. Este impuesto ayudaría a los países ricos a cumplir sus planes de erradicación de la pobreza mundial, actualmente abandonados por la crisis financiera, lo que significaría una auténtica inversión en desarrollo económico y humano.
“Algunos modelos sugieren que incluso una pequeña cuota de diez puntos base en las acciones y de dos puntos básicos sobre los bonos podrían recaudar 48 mil millones de dólares en todos los países del G-20, o 9.000 millones si solo se limita a las grandes economías europeas”, señaló Bill Gates. Otros tipos de proposiciones dan estimaciones más importantes, que llegan a 250 mil millones de dólares, pero incluyen más productos. Hay que partir por lo básico.
Estados Unidos siempre ha rechazado la idea de una tasa Tobin, y también el Reino Unido, dado que ambos países temen verse perjudicados en su rol de centros financieros. Por eso señalan que sólo aceptarán el impuesto si todo el mundo lo hace. De ahí que se busque educar a la opinión pública y a los gobiernos del mundo dando a conocer que este impuesto no afectará su nivel de vida dado que implica un monto muy menor (entre 0,1% y 0,2%), que en cambio ayudará a evitar la fuga de capitales y la gran volatilidad financiera que sí hace gran daño a los países en los momentos de fuertes turbulencias financieras. El tema lleva 40 años archivado y siempre reaparece cuado hay dificultades. El año pasado fue propuesto por Robin Hood Tax, y este año por Dominique Strauss-Kahn, y varios dirigentes de la UE, pero todo ha quedado en nada. Ha llegado la hora de que se lo tomen en serio.
En El Blog Salmón | Instan al G20 a adoptar la tasa Robin Hod, FMI se resigna a los controles de capital y acepta la “Tasa Tobin”
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