La tensión financiera que vive por estos días Europa no hace más que confirmar que será en España donde se librará la batalla final por el destino del euro. España está batiendo récords en varios frentes y ninguno de ellos es para crear alguna sonrisa: récord de desempleo a nivel europeo (superiores a Grecia en todos los indicadores) y también récord de caída en el Ibex que ayer se hundió por debajo de los 7.900 puntos, alcanzando un descenso de 27% en 12 meses (ver gráfica).
Como si esto fuera poco, el gobierno reveló ayer que su deuda pública alcanzará este año el 79,8% del PIB frente al 68,5 registrado en 2011, la más alta de los últimos 15 años. Este aumento es fruto del cuantioso costo de los intereses por la deuda soberana, que no para de crecer. Porque mientras el BCE presta dinero a la banca al 1% de interés anual, la banca, cuando llega a prestarlo a los gobiernos lo hace al 6% o 7%. Esto demuestra el error del BCE de prestar dinero a la banca y no a los gobiernos en forma directa. Con esto facilita el desapalancamiento de la banca, pero hunde a los países. Lo más insólito, es que el costo de los intereses (28.848 millones de euros), es mayor a todo el ajuste presupuestario (27.300 millones de euros). Y todo por mantener en pie a la banca.
Pese a que la proporción deuda/pib de España es menor a la de Francia o Alemania, y está por debajo de la media europea, toda la presión se dirige a España porque el gobierno ha sido incapaz de encarar el problema de fondo: la burbuja inmobiliaria y la cuantiosa deuda privada. Esto sumerge a España en un derrotero fatal donde el desempleo seguirá aumentando y la deuda, vía impago y morosidad, también. Como España es demasiado grande para caer, se estima que antes de fin de año deberá pedir el rescate de la troika, que implicará la intervención de la UE, el BCE y el FMI en toda su estructura de gobierno.
Aumenta la prima de riesgo y la morosidad
Los costos de la deuda de España han ido en aumento, como muestra esta gráfica de los CDS. Si durante la mayor parte del año pasado, los rendimientos de los bonos españoles estaban por debajo de los de Italia, ahora la situación se ha invertido: Los rendimientos de los bonos de Italia han caído a alrededor del 5 por ciento, mientras los de España llegan al 5,5 por ciento, y siguen en aumento. Lo que no deja de caer son las estimaciones de la contracción que vivirá España este año. Si se pensaba que la economía se deslizaría un -1%, con los nuevos datos la contracción puede llegar al -3%.
La escalada de la deuda privada y las tasas de desempleo, junto a un sistema bancario débil y a una caída en el valor de la vivienda que superará el 10% este año, son un recordatorio de que la crisis en la zona euro está lejos de terminar. España está de vuelta en la recesión y no faltan quienes comienzan a sugerir la salida de España del euro, como Nouriel Roubini.
De ahí que el rescate de la troika sólo es cuestión de tiempo, ese tiempo que le gusta tomarse a los líderes europeos para actuar cuando el incendio está declarado. Pese a que la debilidad de la banca española es evidente y se sabe que seguirá sufriendo por el colapso de la vivienda, y el grave riesgo de impago de los préstamos hipotecarios. La morosidad de estos préstamos pasó del 1% en 2008 al 7,9% actual, otro récord español. El valor de los préstamos potencialmente sin fondos llega a 136 mil millones de euros, equivalente al 13 por ciento del PIB. En todo caso, con los planes de austeridad estos récords serán ampliamente superados.
En El Blog Salmón | ¿Es España el mayor dolor de cabeza de Europa?
Las tensiones en el mercado financiero español: aumenta la morosidad y disminuye el crédito