En España se realizan una media de 400.000 intervenciones estéticas al año, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre). El país ha ido ganando enteros como referente en este ámbito debido al nivel de cualificación de sus profesionales y al coste económico asequible de las operaciones.
El informe de Secpre revela que la presión estética ha aumentado considerablemente con la expansión de Internet, y especialmente, tras la pandemia. De hecho, la población joven es la que más suele recurrir a la medicina y la cirugía estética en nuestro país, motivada fundamentalmente por lo que ven en las redes sociales.
En 2010, el 22% de las personas que recurrían a la cirugía estética tenían menos de 29 años, un porcentaje que aumentó al 25% y al 27,2% en 2014 y 2018, respectivamente. La tasa de operaciones estéticas entre los menores de 18 años también se han incrementado considerablemente en la última década, realizándose actualmente una media de 8.000 operaciones al año, una tasa del 1,9%.
Tomando como referencia el estudio ‘Dimensionamiento e impacto social de la Medicina Estética en España 2021’ formulado por la Sociedad Española de Medicina Estética, puede concluirse el aumento del interés y el uso de la medicina estética a nivel nacional por parte de pacientes y profesionales médicos.
Durante 2021 se efectuaron en España 871.525 tratamientos médico-estéticos, de los cuales 626.778 eran tratamientos faciales (72%), 191.515 corporales (22%) y 53.232 categorizados en ‘otros’ como el hair removal (6%). Dentro de los faciales, el 42% se correspondían con la toxina botulínica, siendo éste el tratamiento facial más extendido tras la pandemia, el 32% de ácido hialurónico y el 20% a tratamientos para mejorar la calidad de la piel.
El análisis riguroso de los pacientes
Resulta llamativo que el 40% de la población española confiesa haber utilizado los servicios de la medicina estética en alguna ocasión, siendo la edad media de acceso a ésta de 20 años. Si lo diferenciamos por sexo, ganan por inmensa mayoría las mujeres con un 71,8%, mientras que los hombres representan únicamente el 28,2%.
Según apunta el doctor Sergio Fernández, vicepresidente segundo de SEME, el uso de los filtros y de las redes sociales, que permiten cambiar las formas del rostro, han impulsado la creación de nuevas necesidades entre los pacientes más jóvenes.
La población española aspira a niveles de vida más elevados, centrándose en el autocuidado y en la cultura de la salud, con el objetivo de sentirse mejor con el paso de los años. Para ello, buscan una belleza natural y temporal en la que no se perciban grandes cambios o estos no fuesen definitivos. Sin duda, la pandemia y el uso prolongado de las mascarillas fueron dos factores clave que impulsaron las operaciones estéticas.
Un negocio en pleno auge
En base a las cifras aportada por SEME, el número de centros sanitarios autorizados por el Ministerio de Sanidad para ejercer la medicina estética en España se ha incrementado en un 20,2% con respecto a 2019, alcanzando los 6.305 centros con la unidad asistencial U.48.
Además, un 15% más de facultativos eligen esta disciplina, siendo un total de 6.036 médicos los que han cursado un Máster de Medicina Estética en España. Actualmente, la medicina estética generará de media dos empleados por centro en los próximos años, unos 36.000 empleos directos sin contar los médicos ni la industria.
A esto hay que sumarle que la facturación anual de los centros autorizados superó los 3.500 millones de euros en 2021, unas cifras que podrían aumentar si no tuviesen IVA añadido, tal y como señalan el 60% de los no usuarios encuestados. Las estimaciones son que el crecimiento de los próximos años vaya ligado a los tratamientos faciales, que representan el 69% de la facturación, provocando un incremento del 26%.
España como destino turístico de salud
El sistema sanitario español sigue siendo un auténtico imán para quienes desean visitar España. De hecho, según datos del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), España ocupa el sexto puesto en el ranking europeo y octavo a nivel mundial en recibir a turistas de este ámbito.
En 2020, dos millones de turistas viajaron a España por cuestiones de salud, siendo el gasto medio de 1.005 euros. En 2021 ese gasto medio aumentó hasta los 1.084 euros, aunque por debajo de los 1.569 cosechados en 2019. A raíz de la pandemia, España ha pasado de ser el cuarto país del mundo con el sistema sanitario más eficiente a ser el décimo quinto.
Los tratamientos más demandados
La SEME asegura que 4 de cada 10 españoles son usuarios de medicina estética. Entre las mujeres, el 39,2% ha recibido un tratamiento facial, el 34,3% un tratamiento corporal, el 10,8% un tratamiento antiaging, el 6,3% un tratamiento capilar y el 9,4% otras variantes. En el caso de los hombres, el 16,1% ha recibido un tratamiento corporal, el 18,1% un tratamiento facial, el 12,8% un tratamiento capilar y el 8% un tratamiento antiaging, mientras que el 45% restante se centró en otras variantes.
Uno de los más demandados actualmente es el tratamiento de ojeras con ácido hialurónico (AH), que afecta a ambos sexos. Por su parte, el tratamiento corporal más utilizado es la fotodepilación, que representa el 58,1%. Los usuarios de 26 a 45 años son los que más se preocupan por si el centro posee licencia sanitaria para ello.
La tendencia es que las operaciones de cirugía estética sigan aumentando considerablemente en España, tanto por ciudadanos nacionales como por turistas, a la vez que la medicina se perfecciona y que las redes sociales cobran más peso.