El 3 de noviembre los electores estadounidenses se acercaron a las urnas para renovar o no la confianza de Donald Trump que se enfrenta al candidato demócrata, Joe Biden. Los resultados electorales que se han conocido durante la noche electoral marcan una clara división, sin decantar la balanza a ninguno de los dos candidatos.
El contexto es enrevesado: en pleno auge de una ola de una pandemia global y una crisis económica que empequeñece a la crisis subprime. Por ahora, en Estados Unidos, el promedio de los últimos siete días de nuevos casos por millón de habitantes se ha incrementado hasta 252 nuevos casos, el pico de la pandemia. Sin embargo, si ponemos en contraste los datos, la Unión Europea está peor con 417 nuevos casos.
A medida que ha ido avanzado el voto escrutado, los mercados han ido descontando las eventuales expectativas, con una especial atención a los principales índices bursátiles y el petróleo.
Las bolsas quieren un segundo mandato Trump
Desde que Donald Trump llegó a liderar la primera economía del mundo, la bolsa estadounidense ha ido sumando subidas hasta finalizar su primer mandato en máximos históricos, a pesar de la actual contexto de pandemia mundial que marca una caída del PIB estadounidense del 4,3% (proyección octubre del FMI).
En estos cuatro años, la bolsa estadounidense ha subido un 65,2% y sus bonos a diez años han visto un alza del 20,9%. Es más en este año, la bolsa estadounidense está en positvo, mientras que Europa se ha teñido de rojo. Y es que, en lo económico, el mandato de Trump se ha caracterizado por las mejoras en el ámbito tributario y el gasto en infraestructuras, aunque ello haya supuesto deteriorar las finanzas públicas del país, con una aceleración del déficit público.
Las bolsas han ido siguiendo atentamente los recuentos y asignaciones de cada uno de los cincuenta estados del país.
Tras las primeras horas se produjo la primera sorpresa, contra las proyecciones de las encuestas, el estado de Florida caía en manos de los republicanos. Para entender la importancia de este Estado, ostenta 29 votos del Colegio Electoral de un total de 538 y fue vital para la sorpresiva victoria de Trump en 2016.
Es en ese punto determinado que se produce un auge en el mercado de futuros en los principales índices bursátiles, con los futuros del S&P500 subiendo, aunque en las siguientes horas se ha enfriado la subida xon la obtención de Arizona para los demócratas, hasta solo ver un avance del 0,55% debido a que los resultados están siendo muy reñidos.
En ese punto, los inversores esperaban que el inquilino de la Casa Blanca tuviera mejores opciones y que, con su victoria, eliminaría el riesgo de que una administración Biden subiera los impuestos de las empresas.
El petróleo: La apuesta frente a las renovables
Si hay un sector que ha tenido una visión absolutamente dispar entre los candidatos es sin duda el sector energético, aunque hay un punto en común: la independencia energética de los Estados Unidos.
Donald Trump puede colgarse una medalla, y es que los Estados Unidos se han convertido en el mayor productor de energía del mundo, superando tanto a Rusia como a Arabia Saudita en la producción de petróleo. También se convirtió en un exportador neto de petróleo, al incluir productos refinados como el diesel, el combustible para aviones y la gasolina.
Si nos vamos a los datos, alimentado por el fracking, la producción de petróleo del país alcanzó un máximo de 13,1 millones de barriles por día a principios de 2020, todo ello, antes de verse disminuido cuando el Covid-19 golpeó la economía mundial y redujo la demanda de petróleo que llevó a la producción de petróleo a caer por debajo de los 10 millones de barriles al día.
En el partido demócrata la cuestión del fracking se ha puesto en duda y se busca volver al Acuerdo de París y ofrecer un mayor peso a las energías limpias e, incluso, se vería al gas natural como un importante puente hacia combustibles más limpios y una reducción en el uso del carbón.
Por ello, la mera expectativa de la victoria de Trump ha hecho saltar al petróleo con subidas cercanas al 3%, con el Brent subiendo hasta los 40,65 dólares y el barril de West Texas hasta los 37,44 dólares.