Es difícil prever qué va a pasar ante el contexto de incertidumbre geopolítica, social y económica actual. El futuro de los tipos, y especialmente de la inflación, seguirá marcando la hoja de ruta del mercado. Los conflictos armados de Ucrania, Israel o Taiwán, así como las decisiones relativas a la deuda a nivel internacional, acabarán afectando al núcleo inversionista. No obstante, pese a la incertidumbre que oscila en torno al Bitcoin y a la vivienda, se puede afirmar que siempre es un buen momento para invertir en Bolsa.
La Bolsa es un activo de valor si se invierte de forma diversificada y pasiva, proporcionando una importante rentabilidad a largo plazo, incluso mayor que al comprar un inmueble para alquilar. Desde el siglo XIX existen registros que prueban que las acciones suben su valor paulatinamente, aunque se requiere de cierta prudencia a la hora de destinar los fondos.
¿Cómo y dónde invertir en este momento?
Ante la elevada inflación y la incertidumbre económica, las gestoras de activos están optando por invertir en dividendos, ya que dichas acciones brindan una protección férrea frente a la subida generalizada de precios. De hecho, estas empresas suelen superar al mercado de valores al producirse una ralentización del crecimiento.
Destacar que la inversión en materias primas siempre ha sido una estrategia clave que actúa como escudo en momentos de alza de precios. De este modo, el inversor se ve protegido frente a la inflación y los desajustes entre la oferta y la demanda. Así pues, la mayor utilización de dispositivos tecnológicos ha incrementado la demanda de metales como el litio o el cobre.
Se recomienda aprovechar temáticas a largo plazo, es decir, las ‘megatendencias’. Aquí se incluyen avances en biotecnología, lucha contra el cambio global o tecnología entre otros. Además, la salud y la biotecnología siguen estando muy bien valoradas en Bolsa debido al crecimiento exponencial experimentado durante los últimos años. Se prevé que mantengan su tendencia positiva.
La inversión en tecnología seguirá siendo un activo de valor durante 2024. Se puede recurrir incluso a gestores automatizados o roboadvisors, que se encargan de seleccionar cuáles son las mejores inversiones para cada perfil de usuario.
Con la Bolsa en máximos, lo más recomendable son las inversiones a largo plazo, ya que el mercado tiende a ir aumentando su valor. De igual modo, se recomienda optar por la diversificación en diferentes activos y sectores para reducir el riesgo y mitigar las pérdidas.
Por todo ello, los expertos aseguran que no se trata de predecir el mercado, pues influyen en ellos todo tipo de factores (económicos, políticos y sociales), sino en establecer una inversión regular, a la cual se destinará una cantidad fija de dinero independientemente de cómo estuviese actuando el mercado. Solo así se logrará reducir el impacto de la volatilidad.
En las últimas horas, con una apertura dubitativa, el IBEX 35 se ha inclinado por los avances, experimentando una subida del 0,22% hasta los 10.621 puntos en la media sesión. Así pues, a fecha de 18 de marzo, las mayores subidas han sido para Solaria (un 2,93%) y CaixaBank (un 1,51%).
Optimismo para el sector inmobiliario
El informe ‘Tendencias Inmobiliarias Emergentes Perspectivas Mundiales 2024’, elaborado por PWC y Urban Land Institute (ULI), determina que el sector inmobiliario muestra unos índices de mejora en la actividad inversora, pese a los desafíos existentes en materia de política monetaria y de incertidumbre económica mundial.
Con la moderación de la inflación y las tasas de interés en su punto máximo, existe un claro optimismo en el mercado, hasta tal punto que se espera que el sector sea capaz de adaptarse gradualmente a unos tipos de interés más elevados durante un periodo de tiempo prolongado. De sucederse este fenómeno, se generaría una recuperación de la inversión inmobiliaria.
Por si fuese poco, el sector se ve obligado a refinanciar una deuda masiva, especialmente en EEUU donde se precisan unos 1,2 billones de dólares. No obstante, en ese deseo de reinvención del sector inmobiliario, se están produciendo cambios radicales en la forma en la que se utilizan los activos inmobiliarios a largo plazo, lo que supone una oportunidad única para innovar y replantear el sector.
Se ve cómo los inversores apuestan por los sectores inmobiliarios alternativos, impulsados por ‘las tres D’ (demografía, digitalización y descarbonización). Por consiguiente, la combinación de innovación, adaptabilidad y enfoque en las necesidades de la clientela será fundamental para capitalizar dichas oportunidades durante los próximos años. Los fondos inmobiliarios se han convertido en la mejor opción para quienes desean invertir en vivienda.
El Bitcoin en récord históricos
El Bitcoin continúa su espiral alcista y los fondos cotizados (ETF) no dejan de sorprender por su gran escalada. De hecho, el Bitcoin ha superado los 73.000 dólares y los ETF unas entradas netas intradía de 1.045 millones de dólares.
Los fondos lograron captar en las últimas horas 14.706 bitcoins, lo que se traduce en la mayor cantidad desde su salida a cotización. Se ha visto cómo el IBIT captó 11.946 BTC, el fondo HOLD de VanEck y el Ark 21 Shares Bitcoin ETF (ARKB) unos 1.308 y 1.116 tokens, respectivamente. De igual modo, se contemplan salidas netas en GBTC, con 1.111 BTC y en el fondo BTCO de Invesco con salidas de 276 BTC.
La irrupción de los ETF en el mercado ha propiciado un aumento de la liquidez y de los volúmenes de negociación, con lo cual supone una mayor eficiencia del capital. Así pues, se genera un importante aumento del tamaño medio de las transacciones de BTC durante 2024, reflejando a su vez una mayor actividad institucional en el mercado.
Hay que tener en cuenta que existe otro factor clave que determinará la subida de este criptoactivo; el próximo halving previsto para abril. De este modo, se reducirá a la mitad la recompensa que obtienen los mineros del Bitcoin y la creación de nuevas monedas.
Ante este panorama, se puede asegurar que es un buen momento para invertir en Bolsa, a falta de posibles cambios en los factores subyacentes. Y es que prevé que se mantenga una perspectiva positiva para la inversión en renta variable en próximas fechas.