Leo en El Confidencial una interesante reflexión de Jesús Cacho acerca de Ausbanc. Según las noticias aparecidas en la prensa, la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros facturó cientos de miles de euros en concepto de publicidad, patrocinio y relaciones públicas a diversas entidades financieras con motivo de una ponencia celebrada en 2005.
"En defensa de usuarios y consumidores", dice el lema de esta asociación. La pregunta es... ¿con qué fuerza vas a enfrentarte, ejerciendo esa defensa, a las entidades que te entregan cientos de miles de euros? Al margen de que podamos pensar que son grandes profesionales, etc, etc... creo que la duda es más que razonable. Lo de siempre de la mujer del César, que además de ser honesta debe parecerlo. Hay que tener en cuenta, además, que estas informaciones están saliendo a la luz a raiz de un enfrentamiento judicial entre Ausbanc y Adicae, otra organización que persigue los mismos fines. Ésta organización comentó estas relaciones entre Ausbanc y las entidades, Ausbanc puso una querella en su contra... y ahora resulta que en el juicio salen estos datos. Datos referidos a un evento concreto y a unos pagos concretos. Pero claro, ¿hasta qué punto esto sería una acción puntual o es norma general de actuación? Una vez abierta la espita de las dudas es difícil cerrarla.
Cabe recordar que la Ley General de Defensa de Consumidores y Usuarios dice que no podrán tener consideración de asociaciones de consumidores aquellas en las que, entre otras, concurran las circunstancias de "percibir ayudas o subvenciones de las Empresas o agrupaciones de Empresas que suministran bienes, productos o servicios a los consumidores o usuarios" o "realizar publicidad comercial o no meramente informativa de bienes, productos o servicios."
En fin, si sumamos esto a los problemas de Ausbanc relacionados con el escándalo de Forum y Afinsa... no se puede decir que estén haciendo mucho por su imagen, no.