George Reyes, el Chief Financial Officer (Director Financiero) de Google, ha anunciado su intención de abandonar la compañía a finales de año. Reyes, que se incorporó al puesto en 2002 tras una exitosa carrera en puestos financieros de empresas tecnológicas, ha sido una pieza importante en el engranaje de la compañía, que en estos años ha vivido una etapa de notable expansión ampliando en gran medida su vocación inicial de buscador para ir accediendo a nuevas áreas de negocio.
De su mano, además, se ha producido la exitosa salida a bolsa de la compañía que, en el plazo de apenas 3 años, ha sufrido una revalorización del 500%. Lo cierto es que la figura del responsable financiero en una compañía tecnológica tiene que ser complicado. Suelen tratarse de empresas con fundadores visionarios pero no necesariamente versados en el mundo de las finanzas, impulsivos, más centrados en la tecnología que en las cuentas de resultados. Intuyo que la labor de Reyes en esta época ha tenido que tener mucho que ver con el poner freno y límites, con tratar de racionalizar, con llevar a números todas las ideas que brotaban dentro de la compañía y con procurar que fuesen negros en vez de rojos.
A tenor de la valoración del mercado, no se puede decir que haya hecho mal trabajo. Y ahora seguro que no le faltan novias.