En 2013 Atul Goyal, un analista del banco de inversión Jefferies recomendó a Sony que dejara la tecnología y se dedicara a vender seguros de vida. ¿Es Sony como Toshiba y Philips otro gigante ex-tecnológico? Digamos que no exactamente.
Si has vivido los años 80 y los años 90 y te interesaba la electrónica de consumo, seguramente tenías a Sony como referente. Lo que hoy podría ser Apple a los teléfonos móviles. Sony fue una de esas empresas que consiguieron que “Made in Japan” sonara a “buena calidad”. ¿Qué ha pasado?
La historia de Sony muestra que no siempre pensaron en ser una empresa tecnológica
Cuando Masabu Iruka y Akio Morita renombraron Tokyo Tsushin Kogyo a Sony en 1958, su empresa ya había tenido éxito vendiendo un transistor (aparato de radio) en EEUU. Pero cuando se dieron cuenta de que el nombre Tokyo Tsushin Kogyo o su abreviatura Totsuo era poco pronunciable para los estadounidenses. En Estados Unidos se usaba la palabra sonny del latin sonus (sonido) para referirse a los hombres jóvenes y en el Japón post segunda Guerra Mundial el término “sonny boy” se había tomado para referirse a hombres jóvenes listos y presentables. Akio Morita se identificó con este término e insistió que su empresa debía llamarse así. Su banco Mitsui tenía reticencias, afirmando que debería ser algo así como Sony Electronics o Sony Teletech, pero Morita se empeñó en mantener ese nombre y no vincular el nombre de la empresa a ninguna empresa en concreto.
Akio Morita fue un genio de los negocios. En 1955 rechazó un pedido de Bulova, fabricante de relojes, de 100.000 transistores. Lo hizo porque se venderían bajo la marca Bulova, él afirmó que su marca algún día sería tan conocida como la suya. Hoy en día diría que Bulova sólo es conocida entre los aficionados a la relojería.
También se cuenta que en una reunión con empresarios le pidieron un precio por 100.000 unidades y lo dio. Después le pidieron un precio por 250.000 unidades y dio uno que duplicaba el precio por unidad, le dijeron “esto es América, si aumentamos el volumen, se reduce el precio por unidad”. Su respuesta fue que para asumir un pedido tan grande tendría que construir otra fábrica, que no sabía si rentabilizaría con más pedidos, motivo por el que tenía que asociar el coste de construir esa fábrica con dicho pedido más grande.
Sony además desarrolló muchas tecnologías que nos suenan hasta ahora. Los televisores Triniton, las cintas Betamax (siempre puestas como ejemplo de como un producto tecnológicamente superior no se imponen necesariamente), el walkman que marcó los años 80 y 90, el CD y el DVD con Philips y también el blu-ray (aunque lo hizo en un momento en el que el formato del disco óptico tenía los días contados). También desarrolló múltiples componentes electrónicos. Akio Morita no paraba de viajar a EEUU a presentar y vender sus productos. Además la empresa siguió el camino después de su muerte. No hay mejor ejemplo que la PlayStation.
¿Y cómo lanzó los seguros? Se cuenta que en uno de esos viajes quedó impresionado por un rascacielos de Chicago, al preguntar quién usaba un edificio tan grande y explicarle que una aseguradora, quedo en su cabeza la idea de tener una empresa. Hoy en día Sony Financial es una subsidiaria de Sony que ofrece no sólo seguros de vida, sino también un banco online tras establecer en 1981 Sony Insurance en una Joint Venture con Prudential.
El declive electrónico de Sony
En los años 80 al lanzarse a los seguros y a otros negocios como la música o las películas (pensemos en el gigante de Hoollywood Sony Pictures. Ya** hubo quien vaticinaba el fin de Sony como empresa de electrónica de consumo.** ¿Estaba Sony yendo a un proceso similar al que veríamos en Toshiba o Philips?
El cambio de siglo no le sentó bien a Sony que ya en 2008 tuvo que empezar a despedir a gente. y seguía perdiendo dinero. En 2015 Un artículo en el medio tecnológico “The Verge” por su editor Nilay Patel dijo que “Sony ya no es una tecnológica”. Según este artículo tras su spin-off de la división de TV y Audio (ahora conocida como Bravia) y la venta de la división de los portátiles Vaio (en manos de Japan Industrial Partners), quedaban tres negocios en Sony: Sony Pictures, PlayStation y los sensores de las cámaras que utilizan los iPhone.
En 2013 Sony perdía dinero en prácticamente cualquier gadget que vendía. En este momento se planteó que Sony debía dedicarse sólo a los seguros y las películas, ya que la fijación no conseguida por parte del consejo de administración era arreglar la parte de electrónica, a pesar de que estaba perdiendo dinero. La competencia de los fabricantes coreanos primero y chinos después junto con la obsolescencia del Walkman y el Discman frente al iPod fue muy dura para una empresa que estaba acostumbrada más a competir en calidad e imagen que en precio.
A pesar de este consejo de dejar la electrónica, Sony rehízo su negocio y sigue vendiendo electrónica, ha recortado sus productos menos rentables. No obstante no podemos decir que Sony es en la electrónica de consumo lo que fue en su momento. Actualmente Sony tiene varias líneas de negocio: PlayStation, Música, Cine, Tecnología y electrónica (donde tenemos los productos electrónicos a los que estamos acostumbrados y relacionamos con su marca), Semiconductores (muy importantes en la fabricación de soluciones de captura de imagen) y el Sony Financial Group (que incluye seguros y un banco online en Japón). Por cierto, igual fue buena idea porque este negocio quedó de capa caída. En el futuro, Sony prueba varias cosas, como Inteligencia artificial y robótica, cloud gaming, volver a lanzar Aibo (el simpático perro robot) soluciones para movilidad (de ahí el prototipo de coche que lanzó para demostrar que iban en serio), proyectos de industria educativa y espacial y educativo.
Es decir, al contrario que Philips en Sony no quieren quedarse atrás, aunque hayan sido adelantados por otros gigantes tecnológicos que incluso llegaron a inspirarse en ellos, (como es el caso de Apple).
El futuro de la empresa está por llegar. Veremos si serán capaces de mantenerse en la palestra al contrario que ha sucedido con otras muchas empresas como Polaroid, Kodack, Philips o Toshiba que en su momento eran lo más puntero de lo más puntero en su momento.
Pregunta a los lectores ¿creen que Sony debería dejar la tecnología y centrarse en los otros mercados en los que compite mejor? ¿O le queda cuerda para rato a este gigante tokiota?