La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos habla de las fuertes reducciones del precio del petróleo, y de las consecuentes reducciones en los precios de la energía en general, aunque estas reducciones muchas veces parecen más teóricas que reales, cuando vamos a las gasolineras o cuando nos llega el recibo de la luz.
Con estas reducciones en el coste de la energía, la OCDE quiere aprovechar esta situación favorable para atender al medio ambiente a través de la introducción de un impuesto sobre el carbóno junto con las políticas que impulsen la innovación energética en formas rentables. Esto debe ir acompañado con el cambio de las decisiones sobre la producción y el consumo de energía hacia las opciones de bajo carbono. Como los precios han estado bajando, la introdución de este tipo de impuesto no se notaría tanto.
El objetivo que nos dan para estas políticas es que son consistentes con la necesaria vía para eliminar las emisiones procedentes de la combustión de combustibles fósiles en la segunda mitad del siglo, según el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría. Dice que esto significa mirar a todas las medidas de política para evaluar si son eficaces en la reducción de las emisiones de CO2 y en línea con los objetivos de cambio climático de los gobiernos.
Para cumplir con estos objetivos, nos dan algunas acciones específicas, que son las siguientes:
- Fijar un precio sobre el carbono. Mecanismos de fijación de precios del carbono, como los impuestos sobre el carbono y los sistemas de comercio de emisiones, son generalmente más rentables que la mayoría de las opciones de políticas alternativas en la creación de incentivos para que las economías cumplan su transición hacia el objetivo de cero emisiones de carbono.
- Identificar otros instrumentos de políticas económicas que ponen un precio implícito sobre el carbono. Existen otras políticas que impactan las emisiones de CO2 de un país y que pueden fijar de manera efectiva un precio implícito sobre el carbono.
Muchas veces se han introducido políticas para lograr objetivos distintos de los relacionados con el clima (como la lucha contra la contaminación del aire o la obtención de ingresos), con el resultado de que las reducciones de emisiones de CO2 que se consiguen pueden venir a un costo relativamente alto.
- Revisar la política fiscal más amplio para asegurar que sea coherente con los objetivos climáticos fijados. Los precios del carbono también debe incluir una revisión de la política fiscal del país para asegurar que las transferencias presupuestarias y los gastos no lo impactan, directa o indirectamente, a fomentar la producción y el consumo de combustibles fósiles.
- Asegurar que los impactos regresivos de las medidas de fijación de precios de carbono se alivian mediante medidas complementarias acompañado con una estrategia de comunicación clara para explicar los objetivos. Una buena estrategia de comunicación puede aumentar la conciencia sobre los beneficios de las reformas. Se puede tranquilizar a los más afectados negativamente con medidas compensatorias o de otro tipo para mitigar los impactos negativos de las reformas sin perder el incentivo de reducir las emisiones.
- Asegurar la coherencia entre los objetivos climáticos declarados y las políticas nacionales. Los consumidores, los productores y los inversores deben obtener una señal política clara de un aumento del costo de las emisiones de CO2 a través del tiempo como resultado de las políticas de precios de carbono explícitos e implícitos.
Nos dicen que enviando el mensaje correcto sobre el cambio climático significa aumentar gradualmente el coste de las emisiones de CO2 y la creación de un fuerte incentivo económico para reducir el vínculo hacia el carbono y para avanzar hacia un mundo libre de carbono.
En El Blog Salmón | La eficiencia energética, ¿sirve de algo? y Indice de los países más efectivos con las energías renovables, 2014
Imagen | Fotos GOVBA Climate change: Price carbon now, before low-cost oil says "ciao" | OECD Insights Blog