Los intereses de la deuda representan unos compromisos de carácter ineludible para el Estado, siendo una de las partidas presupuestarias más importantes que se vincula directamente al coste de los desfases presupuestarios que se han mantenido en los pasados ejercicios.
El peso que tienen los intereses sobre el total de los Presupuestos Generales del Estado, representó el 9,3% del total del gasto público de 2017 y para este año, bajaría hasta el 8,9%.
El Presupuesto del Estado para 2018 planteado continúa la senda de ajuste hacia el reequilibrio de las cuentas públicas estatales, con el objetivo de que en 2018 se ponga fin al Procedimiento de Déficit Excesivo, que fue abierto a España en el año 2009.
Previsiblemente, la relación entre la deuda pública y el PIB irá descendiendo, lo que permite que, este año, el Gobierno estime cerrar la deuda pública hasta el 97%. Esta reducción, aunque muy lenta, se debe a un contexto de crecimiento económico y de intervención del mercado de la deuda por parte del BCE.
En concreto, si en el año 2017 el el gasto en intereses de la deuda del Estado fue de 32.171 millones de euros y para el presente ejercicio, se espera que esta partida se reduzca en 624 millones de euros, hasta cerrar el 2018 en 31.547 millones de euros, un 2,6% del PIB.
Desde el año 2014, los intereses de la deuda se han situado por encima de los 30.000 millones de euros y la carga actual representa el doble que la cifra vista en 2008 (15.928 millones de euros).
El coste medio de la deuda del Estado en circulación ha continuado descendiendo desde el 2,55% de finales de 2017 hasta el 2,51% a 28 de febrero de 2018, debido a que las emisiones que van venciendo se emitieron a tipos de interés bastante superiores que las nuevas emisiones efectuadas.
Esta reducción del coste medio de la deuda se ha conseguido a pesar del elevado volumen de emisiones a muy largo plazo efectuadas en los primeros dos meses del año, que ha permitido que el coste medio de las emisiones efectuadas por el Tesoro Público desde el inicio del año y hasta el 28 de febrero se ha situado en el 1,15%, superior al 0,62% de promedio de 2017.
Unos tipos de interés anormalmente bajos
Recordemos que los tipos de interés prolongaron la senda descendente en 2017, en un contexto de mantenimiento de la política monetaria acomodaticia por parte del BCE, y en consecuencia, el Euríbor continuó en terreno negativo hasta alcanzar su mínimo histórico el pasado 18 de diciembre (-0,194%).
En los primeros meses de 2018, los tipos de interés se han mantenido estables y en terreno negativo, situándose el pasado 2 de marzo en los plazos a uno, seis y doce meses en el -0,370%, -0,271% y -0,191%, respectivamente (-0,368%, -0,271% y -0,186% a finales de diciembre de 2017).
La rentabilidad del bono español a 10 años, tras alcanzar el 1,91% el 16 de marzo de 2017, inició una trayectoria descendente, hasta situarse el 2 de marzo de 2018 en el 1,54 por ciento, 3 puntos básicos por debajo de la rentabilidad registrada el 29 de diciembre de 2017.
Por su parte, la rentabilidad del bono alemán aumentó en ese periodo 22 puntos básicos, hasta el 0,65%, situándose el diferencial España-Alemania (prima de riesgo) en 89 puntos básicos, 25 puntos básicos por debajo del nivel anotado a finales de diciembre del pasado año y en niveles mínimos desde 2010.
Ante esta realidad, se ha perseguido emitir deuda a muy largo plazo para refinanciar los vencimientos y hacer frente a las necesidades de déficit público. En consecuencia, desde el año 2013, se ha ido incrementando progresivamente la vida media de la deuda pública desde los 6,3 años hasta una proyección de 7,4-7,5 años al finalizar este año.
El déficit y la deuda pública española frente la Unión Europea
En el año 2017, el déficit público y la deuda pública de la Eurozona y de la Unión Europea disminuyeron en comparación con 2016. En la Eurozona, la ratio déficit público/PIB disminuyó del 1,5% en 2016 al 0,9% en 2017, y en la Unión Europea del 1,6% al 1%.
España cerró el año pasado con un déficit público del 3,1%, siendo el más alto de toda la Unión Europea, debido a que, en porcentaje sobre PIB, los ingresos públicos representaron el 37,9% del PIB y el gasto público el 41%. En términos monetarios, el diferencial entre ingresos y gastos del conjunto de las Administraciones Públicas fue de 36.233 millones de euros.
En el año 2016, el déficit público español se cuantificó en 50.401 euros, por lo que, en 2017, el desfase presupuestario se ha reducido en 14.168 millones de euros o 1,40 puntos de PIB.
En la Eurozona, la ratio deuda pública/PIB disminuyó del 89% a finales de 2016 al 86,7% a finales de 2017, y en la Unión Europea del 83,3% al 81,6%.
Por su parte, el conjunto de las Administraciones Públicas españolas cerraron con una deuda pública del 98,3% del PIB, siendo el quinta relación más alta de la Unión Europea. En términos absolutos, esta cifra representa 1,14 billones de euros.