Existe una clara correlación directa entre la cantidad de dinero que puede "robar" un político y el presupuesto que gestiona porque si el político en cuestión no es honrado, el límite de la cantidad de dinero que desviará, malvesará o cambiará de manos de maneras turbias bajo sus órdenes está relacionado directamente con el tiempo que tenga para hacerlo.
Con esta premisa que podemos comprobar en nuestro país, hemos visto cómo en la Comunitat Valenciana por ejemplo, ese paraíso del PP, han salido a la luz muchas facturas realmente extrañas dentro del programa de pago a proveedores. Ahora, cuando vemos los beneficiarios de dichas facturas, nos echamos las manos a la cabeza, pero antes, cuando todo el monte era orégano, cualquier gasto público era bien acogido por la población y era incuestionable, fundamentalmente porque para los defensores a ultranza de la gestión pública integral, ésta gestión no debe tener límites. Y si topamos con un ente en mayoría absoluta y totalmente descontrolado, a saber qué ha pasado con el dinero público ahí.
Las facturas de la SGAE, las facturas a clubes de fútbol, las facturas de los toros
Las comunidades autónomas y bastantes entes locales, tienen bajo su control las correspondientes radiotelevisiones públicas. Ni que se le ocurra a ningún malvado liberal plantear siquiera su existencia porque le saltarán a cuchillo con unos u otros argumentos sobre la importancia de estos entes. Conclusión: si ahora vemos cómo se le paga a la SGAE más de 6 millones de euros, no protestes. Tener un ente público que hace difusión de contenidos audiovisuales, paga derechos de autor. Hacerte cargo de infinidad de agrupaciones musicales, paga derechos de autor.
El sector público tiene que potenciar la cultura. Esta frase es indiscutible para una inmensa mayoría porque es un sector deficitario y tanto la música, como el teatro o el cine y si me apuras los toros (definidos como cultura por el PP), son intocables y el maltrato animal tiene rango de cultura en nuestro país. Ahora, si la gestión de las plazas de toros llevan aparejado un contrato subvencionado porque la inmensa mayoría no ve este lamentable espectáculo, no te quejes.
Nota para los críticos de los toros: en Andalucía los toros son intocables, sitio en el que Gobierna PSOE+IU y cuyo discurso de defensa animal se olvida en cuanto se cruza Despeñaperros.
Existe un pacto implícito entre todos los políticos por el que el fútbol es intocable, desde la reclamación de las deudas con la administración hasta la teoría de que un equipo de fútbol no puede desaparecer. El aficionado y votante de a pie no puede mantener por sí solo el chiringuito y por tanto, las subvenciones directas de las administraciones públicas dan votos y las indirectas por la retransmisión de partidos también. El que quiera, que le ponga el cascabel al gato y le corte el grifo al fútbol, que como el sector público tiene que potenciar el deporte a todos los niveles, lo tiene perfectamente justificado.
<h">Las funciones y límites del gasto público Con este panorama, la solución real que hay que afrontar para atajar realmente el despilfarro y gran parte de la corrupción que tenemos en nuestro país es establecer unos límites claros de las coberturas públicas.
Hay que plantear un debate serio sobre la necesidad de infinidad de radiotelevisiones públicas, hay que limitar las partidas destinadas a cultura y dejar la gestión de la misma en entes privados, hay que organizar otros sistemas de financiación de los festejos en las localidades, hay que pedir unos requisitos de eficiencia y uso a las grandes infraestructuras antes de afrontarlas y hay que ponerle puertas a los presupuestos públicos a todos los niveles. Mientras no se plantee este debate en todas las esferas, del agujero no salimos.
Vía | Meneame
En El Blog Salmón | Los ayuntamientos necesitan un plan de control del gasto público
Imagen | Salvador Brosetta