Hace poco hablé en estas páginas de las conclusiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO en sus siglas en inglés), la agencia de las Naciones Unidas que trata de temas de la agricultura y de los alimentos alrededor del mundo, y de la necesidad de mantener este tema en el punto de mira. Además, la forma de medir los pobres es importante, ya que también se debe tener en cuenta su desarrollo total, no sólo si una persona puede comer suficiente para vivir un día más.
Las buenas noticias del nuevo Indice de Hambruna de la International Food Policy Research Institute (IFPRI), es que dos tercios de los 99 países analizados han reducido el nivel de hambruna de sus poblaciones. Sin embargo, nos dice que 29 países todavía sufren niveles alarmantes de hambruna, muchos de ellos en Africa, donde el desarrollo de la agricultura es fundamental. Los peores países son Korea del Norte, las Comoras y el que más ha deteriorado, la República Democrática del Congo y, en su totalidad, todavía suman más de mil millones de personas alrededor del mundo en situación precaria. Además, los peores países siguen demostrando su gran desigualdad en su distribución de riqueza, medida por su Coeficiente de Gini.
El Indice de Hambruna define malnutrición como el ingreso inadecuado de alimentación, inadecuado en términos de calidad o cantidad, o del mal aprovechamiento de los nutrientes como resultado de infecciones o de otras enfermedades.
Su análisis se basa en la evaluación de tres criterios, que son los siguientes:
- La proporción de la población que está subnutrida.
- La proporción de niños por debajo de los cinco años que están por debajo de su peso correcto.
- La tasa de mortalidad de niños por debajo de los cinco años.
Concluye que el periodo fundamental de la desnutrición es durante los nueve meses de embarazo hasta los dos años, los mil días críticos.
Además, resulta que hay una relación inversa entre la actividad económica y la hambruna. Quién diría que más dinamismo económico ayudaría a los más necesitados.
En el tema de la hambruna por lo menos, seguimos muy retrasados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Vía | Economist (en inglés) En El Blog Salmón | La volatilidad de los precios de la alimentación perjudica la hambruna, La agricultura en Africa, muy importante para el desarrollo y Hay menos hambruna en el mundo pero todavía demasiada