La polémica está servida. Infolibre ha tenido acceso a la declaración de la renta de Esperanza Aguirre y ha procedido a publicar los datos económicos de la misma (no enlazo link por requerir registro y pago). Este medio, no ha publicado el documento íntegro, sólo los ingresos del trabajo y alguna fuente de ingresos más.
En el tablero de la comunicación pública, no han faltado voces comparando las reacciones de unos y otros ante la filtración de estos datos con el caso Monedero. El problema de base, es que la filtración de los datos de Aguirre no es igual a la filtración del caso Monedero.
La primera diferencia básica entre ambas filtraciones la tenemos en que los datos iniciales de Monedero se sacaron del Registro Mercantil y de su sociedad. Estos datos son públicos y accesibles para cualquiera. Las declaraciones tributarias de cualquier persona o entidad, son datos protegidos para todos los ciudadanos, que ha sido la fuente de datos del caso Aguirre.
El primer medio que dio la voz de alarma sobre los ingresos de la sociedad de Monedero fue El Plural y a raíz de ahí, el foco informativo se colocó encima de todo el procedimiento. Hasta este punto, los casos son diametralmente opuestos por el origen de los datos.
Una vez se disparó la bola de nieve de sobre los ingresos de Monedero y su sociedad, El Mundo y La Vanguardia si afirmaron que Monedero estaba siendo investigado por la Agencia Tributaria, colocaron en su portada el 6 de febrero que Monedero había realizado una complementaria de IRPF y ese mismo día, Podemos emitió un comunicado ratificando toda esta información.
En el caso de Monedero, existen dudas serias si una vez se conocieron los ingresos de su sociedad, existió filtración de información sobre la apertura de un procedimiento de inspección desde la propia Agencia Tributaria e incluso Montoro realizó afirmaciones indirectas sobre Monedero sin citarlo expresamente a raíz de preguntas de la prensa. El problema es que el discurso justificativo posterior de Podemos a estos ingresos, da más veracidad a que la filtración de la complementaria tuvo su origen en el propio círculo de Monedero que en la Agencia Tributaria.
El deber de secreto en la Agencia Tributaria
Tanto en el caso Monedero, como en el caso de Aguirre, todos aquellos que señalan con rapidez a la Agencia Tributaria, deberían ser bastante más prudentes. Los accesos a los datos de cualquier contribuyente en la Agencia Tributaria dejan rastro, se sabe quién ha entrado y quién ha podido sacar esos datos.
Es decir, filtrar una declaración de la renta, lo puede hacer el propio interesado, alguien cercano, el asesor y hasta incluso alguien de una entidad financiera si dicha declaración se ha presentado por esta vía y no telemática.
En todo caso, es constitutivo de delito suministrar datos de carácter tributario, ya sean de Aguirre, de Monedero o de Juan Español y el debate que se debe abrir aquí es si todos los cargos públicos o aquellos que optan a uno, deberían dar por ley su información tributaria y económica o no.
En el Blog Salmón | Siete puntos para entender el fraude fiscal realizado por Juan Carlos Monedero
Imagen | Esperanza Aguirre