Escribe Eneko Knörr en su blog una perspectiva realmente interesante sobre la crisis que vivimos. Según él la crisis realmente no ha llegado. La crisis que viene es larga y profunda y apenas nos hemos asomado al abismo. Pensamos que estamos en crisis pero realmente nuestros hábitos no han cambiado mucho: nos hemos ido de vacaciones, seguimos saliendo a los restaurantes y la crisis es una cosa de las noticias. Las empresas en las que trabajamos están en calma y además si las cosas se tuercen un poco no pasa nada: los periódicos dicen que hay crisis, está justificado vender un poco menos.
Pero el problema vendrá realmente en la segunda oleada, cuando el paro siga aumentando y veamos como empieza a afectar a otros sectores que no están relacionados con la construcción. Cuando las empresas para las que trabajamos y que ahora mismo pueden aguantar un descenso de las ventas porque hay una crisis empiecen a reducir costes para seguir siendo viables. Cuando el efecto cadena nos llegue, cuando la gente no vaya de vacaciones y los restaurantes estén vacíos. Y todo ello porque la crisis de la construcción va a ser más fuerte de lo que predicen los organismos e instituciones en la actualidad.
Y si bien su pesimismo parece exagerado, tengo que estar de acuerdo con él. La crisis de momento está en el sector de la construcción. Aunque aumenta el paro en el sector servicios muchas veces es por los por temas relacionados con la construcción. Pero realmente el medio millón de parados de más que tenemos ahora van a consumir menos. Además hay un efecto retardo: de momento cobran el subsidio del paro, pero cuando vean que no es fácil encontrar empleo su consumo se reducirá aún más. Y al dejar de consumir tantas personas esto acaba pasando factura al resto de sectores y el paro aumenta aún más. Es una espiral.
Y esto no es sólo una impresión, hay previsiones que lo justifican. Hoy mismo Funcas estima que la tasa de paro llegará al 16% en 2010. Pronostican recesión para el cuarto trimestre del año. Y precisamente le echan la culpa a que el parón de la construcción es más profundo y severo de lo pensado, agravado por una falta de liquidez internacional. Y no ayuda a nuestra economía que Europa haya entrado en crecimiento negativo. Son nuestros principales importadores.
El único rayo de esperanza que veo en todo esto es que EEUU sigue creciendo, y a pesar de su crisis inmobiliaria y financiera logran salir adelante. Parece que una crisis internacional que se ha originado allí no les está afectando y en cambio golpea fuerte en Europa (el caso de España es especial porque además está agravada por nuestra crisis inmobiliaria interna). Si EEUU sigue adelante, se recupera el dólar y les empieza a ser barato importar a lo mejor empujan a la economía mundial, ayudando a España.
Vía | Eneko Knörr, El Economista Foto | Fabiano & Gabriel