Con el referéndum catalán oficialmente convocado, hasta que el Constitucional diga lo contrario si lo hace, es interesante ver cómo la banca catalana sería el principal elemento a tener en cuenta a efectos de la estabilidad económica de una Catalunya independiente.
Hay un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores que dice claramente que Catalunya no podría seguir usando el euro y que el BCE se mostraría contrario a el uso del euro por Catalunya. Este informe omite una parte muy importante que es el caso de que la banca catalana siga establecida en Catalunya, que sería lo más previsible, en contra de lo que afirman desde el banco suizo UBS o el Banco de España. ¿Por qué se mantendrían en Catalunya? Para forzar seguir con el euro y dentro del sistema financiero europeo con el respaldo del BCE. El mercado catalán no puede prescindir de su banca ni las propias entidades tendrían que salir fuera de dicho mercado para operar en el resto. El total de activos que tienen en balance Caixabank, Sabadell y Catalunya Caixa (que por ahora opera independiente a BBVA) supera los 500.000 millones de euros. En simultáneo, la Caixa tiene una póliza con el BCE superior a los 60.000 millones de euros sin contar más de 90.000 millones de euros en posiciones abiertas y a la vez, las participaciones industriales del grupo Caixa, van mucho más allá de la propia Catalunya tal y como podemos ver en Criteria.
Es evidente que la banca siempre está a favor de aquel que mande y que no se significa en principio con ninguna postura, tal y como está ocurriendo hoy por hoy, pero si Catalunya llegara a declarar su independencia unilateral con el apoyo del pueblo catalán, la banca catalana mantendría su posición dentro de Catalunya, con lo que el euro lo tendrían prácticamente asegurado con las bendiciones del BCE.
El boquete que se le haría al propio euro la quiebra en cadena de las entidades catalanas y sus balances actuales sería inasumible para Europa. La suma global de un teórico sistema financiero catalán es completamente sistémico y su caída no sería un hecho aislado. Esto Europa lo sabe, al igual que lo sabe también el Gobierno catalán y español y que dado el momento, es una vía de presión lo suficientemente seria como para pactar un sistema de votación y decisión posterior consensuado, antes que generar una situación extrema.
Europa no permitiría esta quiebra financiera, (acotando esta Europa al BCE) puesto que una banca catalana fuera de la eurozona arrastrara al euro y todo el sistema financiero europeo. Dado el caso de una ruptura por la bravas y una independencia unilateral, los efectos económicos para la propia UE trascenderían de una manera mucho más seria de lo que ya ha ocurrido con las crisis de deuda de los países periféricos. ¿Puede permitirse un sistema financiero basado en la confianza la desaparición de 500.000 millones de euros en activos por un cambio de moneda? El euro, al menos, no lo puede asumir por lo que pase lo que pase con el futuro de Catalunya, el euro lo tienen prácticamente asegurado.
En El Blog Salmón | Independencia de Cataluña: qué hacemos con la deuda
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