La confiscación es una figura que existe en prácticamente todos los códigos penales. En el caso español, la confiscación o comiso, tal y como está definida hoy día consiste en la privación y desplazamiento de la titularidad del bien o derecho que pasa a ser titularidad del Estado y se justifica en nuestro ordenamiento jurídico penal por la comisión de un delito o falta. Este desplazamiento no implica el pago de contraprestación alguna, como ocurre con la expropiación pero si tiene una relación directa entre los bienes que se confiscan y el delito.
Actualmente se confiscan todos aquellos elementos necesarios para cometer un delito o falta, así como los beneficios que se hayan podido obtener con la realización de actividades delictivas. Por ejemplo, grandes tramas de corrupción, tráfico de drogas, armas, explotación sexual... han visto cómo han perdido todos los bienes una vez que se ha dictado una sentencia condenatoria firme y no recurrible. Previamente, se ha podido ordenar el embargo preventivo de dichos bienes o incluso, la incautación previa de los útiles imprescindibles para cometer el delito (armas, drogas..). Ayer Pablo Iglesias, nos dio una pista de cómo puede quedar esta nueva figura penal.
Tal y como afirmó Iglesias en la entrevista, el control de sectores estratégicos y la fijación de precios mínimos en determinados sectores se llevará a cabo mediante decretos-ley (el precio regulado de la luz ya está asi por ejemplo con un decreto, nada nuevo aquí) y marcará unas determinadas circunstancias para esas empresas. Si las empresas aceptan eso por las buenas ok, si no lo aceptan, bien se expropian o bien se confiscan.
Actualmente, se me ocurren un montón de delitos nuevos que se pueden crear o que ya están en boca de bastantes. Se puede crear el delito de genocidio financiero, que nos puede servir para justificarlo todo, el delito de robo patrimonial al estado o el delito de pertenencia a partido político delictivo, porque algunos partidos parecen hoy día, organizaciones delictivas fuera del Código Penal.
Es muy interesante la entrevista, sobre todo, porque también nos da las pistas de lo que puede pasar con la inversión extranjera en España, tal y como pasa con Ecuador o incluso cómo la pasta se vaya más aún a Suiza con sus dueños detrás. Id comprando palomitas, pero cuidado con vuestras posesiones si estáis en España.
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