Según los panelistas del Banco Central Europeo (BCE), el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro crecerá una décima por encima de lo esperado este año, concretamente el 1,5 %. Sin embargo, el crecimiento en 2016 será del 1,7 %, una décima inferior al previsto. Para 2018 mantienen la previsión de crecimiento del PIB en el 1,8 %.
En lo que se refiere al desempleo en la Eurozona, los expertos consultados por el BCE no son demasiado optimistas y mantienen prácticamente intactas sus anteriores previsiones: 11 % de paro en 2015, 10,5 % en 2016 y 10,1 % en 2017 (una décima más). Sin duda, las cifras ponen de manifiesto los graves problemas del viejo continente para generar empleo.
Por último, con respecto a la evolución de la tasa de inflación en la zona euro, el consenso de los panelistas del BCE señalan que esta alcanzará el 0,1 % este año y el 1 % el siguiente, esto es, una décima menos que en la anterior previsión en 2015 y tres décimas menos en 2016. Ya en 2017 esperan que los precios suban un 1,5 %, cifra aún por debajo de la barrera del 2 % considerada óptima por el BCE.
Como vemos, estas previsiones no, en absoluto, son para lanzar las campanas al vuelo: escaso crecimiento del PIB y escasa capacidad para generar empleo, unido a que la sombra de la deflación no deja de planear sobre la Eurozona. Parece evidente que los problemas económicos seguirán persistiendo en el seno de la zona euro durante los próximos años.
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