La tensión en torno al futuro de Grecia sigue batiendo récords. El plazo para la renovación del plan de rescate a este país está a punto de expirar y el "crédito puente" solicitado por Grecia a sus socios comunitarios ya ha recibido la respuesta negativa de Alemania. El proyecto que ha hecho ganar las elecciones a Syriza en el país heleno no cuela en Europa.
Se habla mucho sobre la dignidad de la sociedad griega y sobre el sometimiento de la misma a la Troika. Sin embargo, una cosa está clara: a Tsipras lo van a hundir porque si el populismo electoral resulta beneficioso para los votantes, mañana van detrás España, Portugal e Italia, y eso se cargaría el sueño comunitario.
En mi opinión, no existe solución para el problema de la economía griega. Este país nunca podrá pagar su deuda, y por más "reformas" que les obliguen a aplicar, lo único que van a conseguir es asfixiar cada vez más a su población. Ni los recortes en gasto público ni las bajadas de salarios para aumentar la productividad (qué bello concepto este) van a sacar a la economía griega del pozo en el que se encuentra inmersa.
Repito: no hay solución. Grecia no puede seguir pidiendo un dinero que no puede devolver. Grecia debe ir al impago, y si esto supone su salida del euro, que digan adiós a la moneda única. El siguiente paso lógico sería el corralito. Eso sí, si esto pasa se hará con nocturnidad y alevosía, y a ser posible en sábado.
Muchos pensaréis que esta situación acarrearía consecuencias nefastas a países como España, y estáis en lo cierto. Quizás las piezas de dominó comiencen a caer una tras otra y tal vez ello signifique el final de la Eurozona y de la Unión Europea. O tal vez yo estoy hoy demasiado pesimista, no lo tengo claro.
En El Blog Salmón | Grecia rechaza el plan de rescate pese al ultimátum de Alemania y La guerra económica de Alemania contra Grecia es un arma de doble filo
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