Con el estallido de la crisis financiera, se dejó de hablar de la importancia del libre comercio y el proteccionismo tomó cada vez más protagonismo, con las voces más altas siendo las que proclaman la necesidad de proteger más no menos.
Las negociaciones para mantener y extender el libre comercio que está llevando a cabo la Organización Mundial del Comercio (OMC), la ronda comenzada en Doha, Qatar, en 2001 (la Ronda de Doha) en teoría siguen, aunque con poco impulso en estos momentos. Desde 2001, el mundo ha estado hablando y negociando sobre el libre comercio y, como nadie quería ceder en sus protecciones y todos querían que otros cedan, estas negociaciones fracasaban, se reaunudaban, fracasaban, se retrasaban y se reanudaban. Así seguimos.
Los países pobres han estado esperando durante años recibir concesiones de los países ricos para permitir la entrada de sus productos, y siguen esperando en balde. Tarde o temprano, estaba claro que los países pobres se iban a cansar y buscar alternativas, como ya he hablado en estas páginas.
Por eso no debe sorprender la nueva iniciativa que acabamos de ver de un espacio de libre comercio acordado entre países asiáticos, que son los seis países fundadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, en sus siglas en inglés) y China. Con aproximadamente 1.900 millones de personas e incluyendo algunos de los exportadores más grandes del mundo, harán mucho ruido.
Lo que falta en esta clase de acuerdo es que incluye algunos de los exportadores más grandes del mundo pero un acuerdo de libre comercio debe incluír tanto los exportadores como los importadores. Esta iniciativa es un parche que servirá para ellos de forma limitada pero no es una solución a su problema de libre comercio.
Las negociaciones para fomentar el libre comercio a nivel global sería más conveniente pero, para eso, necesitaríamos que los países no sólo busquen exportar más pero que abran sus mercados a productos de fuera, y eso va por China también.
Vía | BBC Mundo En El Blog Salmón | La hora amarga del libre comercio y ¿Vuelve el proteccionismo?