En un Estudio elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC), el Banco Mundial y su brazo privado la Corporación Financiera Internacional (CFI), sobre los sistemas fiscales para las empresas de 186 países, vemos varios desarrollos en general de estos sistemas en los países, incluyendo los siguientes:
- La simplificación del código fiscal.
- La reducción del cargo total de todos los impuestos.
- La reducción del número de impuestos pagaderos.
- La minimización del número de plazos al año para los pagos.
- La reducción de los pasos necesarios para cumplir con todas las obligaciones fiscales.
De los impuestos que tienen que hacer frente las empresas, muchos piensan en los impuestos sobre los beneficios que generan pero hay muchos más, incluyendo los siguientes (PWC paga nueve distintos tipos de impuestos alrededor del mundo):
- Impuestos sobre beneficios.
- Impuestos sobre valor añadido.
- Impuestos sobre sueldos y trabajadores.
- Seguridad Social.
- Impuestos relacionados con los inmuebles.
- Impuestos administrativos.
Para hacerlo más fácil y para minimizar las complicaciones, 61 países han introducido sistemas electrónicos de pago, de gestión y de mantenimiento de cuentas con la Administraciones que traen consigo beneficios incluyendo:
- Elimina el papaleo excesivo.
- Minimiza la interacción personal con los agentes fiscales.
- Reduce el tiempo de forma importante para cumplir con las obligaciones.
- Incrementa el cumplimiento de las obligaciones.
- Reduce el coste del cumplimiento.
- Aumenta la seguridad del sistema.
Muy importante, simplificar los sistemas de impuestos y hacerlo más fácil su cumplimiento y su pago aumenta el pago, el cumplimiento y reduce el mercado negro. Como vemos en la tabla, los países con sistemas fiscales más simples, sufren menor nivel de mercado negro.
España sale en distintos niveles en las distintas listas que se evalúan en el Estudio, aunque en todas las listas sale muy por debajo comparado con los países en su entorno equivalente. En términos de Total Tax Rate (TTR-la Tasa de impuesto total), es decir, la carga total de todos los impuestos que las empresas sufren a lo largo del año, España sale en el puesto 150 de los 186 países que miden.
Aunque no es aceptable, no debe sorprender ver a tantas empresas esquivar, ajustar y manipular para minimizar su carga fiscal total. Tampoco debe sorprender ver a empresas españolas buscar formas de domiciliar por lo menos parte de sus ingresos fuera del país. A España le quedan muchos deberes en términos de sus cargas fiscales.
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