El próximo miércoles, Hacienda remitirá a Bruselas el impacto económico de la nueva ley de IRPF, ley que aún no se ha presentado el anteproyecto pero que Montoro y el propio ministerio tienen que tener muy clara ya para poder evaluarla económicamente.
Para variar, aquí los que pagamos la fiesta somos los últimos en enterarnos de por dónde nos van a venir los palos, aunque Hacienda tenga muy claro ya algunos de los parámetros principales del impuesto sobre la renta. Tal y como publica Expansión, Hacienda evalúa la rebaja del IRPF en torno a los 2.500 millones de euros anuales, refiriendo esta rebaja sobre la recaudación global y escalonada en dos tramos. La idea principal que transmiten es la subida de mínimos personales hasta los 12.000 euros aproximadamente, y que no van a tocar IVA al alza (excepto el IVA sanitario) ni el resto de impuestos especiales. Respecto a la rebaja de los mínimos personales, realmente van con trampa, puesto que si esos 12.000 euros tienen su origen en los rendimientos del trabajo, el mínimo personal se sube muy poco. La reducción que se practica sobre los rendimientos del trabajo, hace que se comience a tributar a partir de los 11.500 euros, no antes.
No obstante, es lógico que se suban dichos mínimos personales puesto que están realmente desfasados y llevan congelados en 5.151 euros por contribuyente sin cargas familiares bastante tiempo. Pero realmente, esta subida de mínimos se va a orientar sobre la unidad familiar y donde más van a subir los baremos son por los hijos a cargo primando más el mínimo familiar que el personal.
No se ha tocado en todo el informe de expertos la necesidad de equiparar a efectos tributarios la pareja de hecho a la unidad familiar o la subida propia por descendientes a cargo hasta más allá del segundo grado. Asimismo, tampoco se está contemplando el efecto de carga fiscal que tienen para unos miembros de la familia soportar al resto, como está pasando en bastantes padres o jubilados que asumen la manutención de los mayores de 25 años o jubilados que cargan con toda una familia.
Veremos a ver en qué queda toda la reforma, pero un a rebaja de 2.500 millones de euros en recaudación global, no es rebaja, partiendo de la base que cualquier deducción pesa mucho más que eso.
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