No por obvia deja de ser pertinente la reflexión que hacen en Economía Joven acerca de los datos que se nos ofrecen a través de la prensa y de la necesidad que muchas veces (bueno, no; siempre) tenemos de cogerlos con pinzas antes de lanzarnos a hacer análisis. Hablan en este caso concreto del Estudio General de Medios, pero es algo extrapolable a cualquier indicador o estadística que caiga en nuestras manos.
Es necesario o indispensable ir a la fuente de los datos, nunca realizar consideraciones a través de datos que hayan sido tamizados. Y tan importante como lo anterior es conocer la metodología usada y la necesidad de pensar si los datos, ratios y medidas que elaboramos contienen información relevante para el posible lector, si nos dicen algo en términos económicos.
En múltiples ocasiones nos encontramos en prensa con referencias a estudios, estadísticas, indicadores... pero pocas veces encontramos reflexiones válidas basadas en dichos indicadores. Y casi mejor, porque salvo en contadas ocasiones las extrapolaciones y conclusiones extraídas de dichos datos son, cuando uno se para a analizarlos con un poquito de rigor, cuando menos temerarias.
Los datos, sí, nos ayudan a analizar el mundo que nos rodea. Pero no debemos olvidar que la realidad es siempre demasiado compleja como para reducirla a series numéricas. Incluso en los mejores y más rigurosos estudios que se realicen debemos mantener una cierta distancia antes de lanzarnos a obtener conclusiones precipitadas. Y eso sin mencionar la gran cantidad de estudios de metodología cuestionable que se toman como base de muchos análisis...
Por lo tanto: estudios sí, pero mirados siempre con un sano escepticismo. En muchas ocasiones es lo más cerca de acotar la realidad que vamos a poder llegar, pero aun así seguiremos estando lejos.
Vía | Negociame Foto | Goldhahn&Sampson