La banca en Italia tiene un problema muy serio. Los créditos morosos superan los 300.000 millones de euros y parecía que Italia se veía abocada a un rescate financiero similar al de España. Sin embargo lo han esquivado.
La idea es que ellos reestructurarán el sistema financiero sin ayudas externas (y por tanto sin condiciones) a través de avales públicos. Las condiciones que evitan es la supervisión de Bruselas (con paquete de reformas en un Memorandum of Undestanding) y asumir pérdidas a accionistas y bonistas.
La gran pregunta es si esto es mejor que el rescate que sufrió España. Es cierto que en España hubo malestar por parte de los preferentistas que tuvieron que asumir pérdidas (excepto los que fueron estafados en la venta de estas preferentes) y las reformas impuestas fueron duras (algunas fueron implementadas a medias). Pero la realidad es que el sector financiero ya no es un problema, de una vez por todas.
El esquema de avalar también se usó en España, antes del rescate, y lo único que sirvió fue para perder mucho dinero público. Es una apuesta arriesgada: si los créditos dudosos no impagan el coste es cero. Si entran en mora entonces el descalabro es total.
Sinceramente, puede parecer que tener los hombres de negro por tu país es algo muy negativo y ningún político quiere enfrentarse a una supervisión externa pero creo que a largo plazo merece la pena. Si hay que luchar por algo es porque en el el acuerdo haya medidas poco dolorosas para los más desfavorecidos, pero esta protección que se hace a capa y espada de bonistas y accionistas con dinero público me parece surrealista.