El Banco de España ha publicado los datos de deuda del conjunto de las administraciones públicas correspondientes al mes de mayo y no hay buenas noticias. Tras el descenso de abril, la deuda pública ha vuelto a subir y, ojalá nos equivoquemos, porque pese a que las previsiones apunten a lo contrario, la realidad es que la tendencia es ascendente.
En concreto, la deuda pública se incrementó respecto al mes anterior en la nada despreciable cantidad de 7.869 millones de euros. Casi ocho mil millones más que habrá que devolver a sus acreedores antes o después y que sitúan el volumen total de deuda en 1,124 billones de euros, con b. Si ponemos los ceros, estaríamos hablando de 1.124.000.000.000 euros. Casi nada.
La caída en 11.627 millones del mes de abril se queda en anécdota tras los datos presentados en esta ocasión. No en vano, en los cinco primeros meses del año la deuda pública ha aumentado en torno a los 18.000 millones de euros.
Si tomamos como referencia el PIB de nuestro país, el ratio deuda/PIB roza la barrera psicológica del 100% de PIB, en concreto, el 99,99%. Pese a todo, desde el Ministerio de Economía insisten en que no hay de qué preocuparse porque a final de año cumpliremos el objetivo previsto del 98,8%, por debajo del 99,4% con el que acabamos en 2016.
¿Quién tiene la deuda?
Por administraciones, la mayor parte de la deuda corresponde al Estado. En concreto, 967.836 millones de euros. Con respecto al último mes, el incremento ha sido del 1,1%. Si tomamos como referencia el año anterior, este incremento ha sido del 4,5%. No pinta bien.
Las comunidades autónomas, mientras tanto, tienen una deuda de 281.803 millones. Esta cantidad es ligeramente inferior a la del mes de abril. Sin embargo, ha aumentado un 5,3% respecto al año pasado.
Las corporaciones locales sí cumplen y reducen su deuda un mes más. En esta ocasión el descenso ha sido del 0,7%, lo que deja una cifra final de 31.772 millones. Respecto al año anterior el endeudamiento se ha reducido un 11,2%. Buena tendencia.
Por último, la deuda de la Seguridad Social se mantuvo prácticamente estable en 17.172 millones, esto es, un millón menos que en abril y siete menos que el año pasado.
Los vencimientos dan un respiro
Como ya hemos señalado en alguna que otra ocasión, nuestra suerte es que la mayor parte de la deuda en manos de la administraciones públicas se encuentra en valores a medio y largo plazo. Esta situación nos aporta una paz relativa.
En concreto, la deuda pública se encuentra concentrado mayormente en valores representativos de deuda -941.973 millones-, tanto a largo plazo -864.706 millones- como a corto plazo -77.267 millones- (1.672 millones menos). El resto corresponde a préstamos -178.690 millones- y efectivo y depósito -4.298 millones-.
La recuperación económica no puede con la deuda
La pregunta que deberíamos hacernos es: si la economía española se recupera, ¿por qué sigue subiendo la deuda pública? En un contexto de crecimiento económico como el actual, con una tasa de crecimiento del PIB del 3,2% en 2016 y probablemente en torno al 3% este año, no somos capaces de amortizar deuda.
No podemos olvidar que antes del comienzo de la crisis, en el año 2007, la deuda pública de nuestro país ascendía a 384.000 millones de euros, equivalente al 35,5% del PIB. Hoy esta cifra suena a ciencia ficción. Parece que nos hemos acostumbrado a que lo normal es deber más de un billón de euros, y no es así.
Ya en otras ocasiones, tanto a principios de la década de 1880 como a comienzos de 1900 la deuda superó el 100% del PIB y, sin embargo, nuestra economía fue capaz de recuperarse y de volver a valores más razonables. Perpe nos lo muestra en esta gráfica:
En alguna ocasión hemos comentado que la solución para reducir la deuda pública pasa inevitablemente por crecer. Sin crecimiento no se podrá reducir la deuda. Es un imposible. Sin embargo, crecemos y la deuda no mengua. Esto es así porque a pesar de que la pagamos, seguimos endeudándonos y provocando el efecto bola de nieve.
Es evidente que hay que contener el gasto público durante al menos una década si queremos reducir de una forma notoria la deuda pública. Crecimiento y contención de gasto forman la única ecuación que conseguiría que el ratio de deuda con respecto al PIB se rebaje poco a poco. De lo contrario, no quedaría más remedio que exponernos a una quita, lo cual tendría nefastas consecuencias para nuestro país.
En El Blog Salmón | La deuda pública aumenta en casi 1.500 euros por segundo