Los préstamos de estudios son una forma alternativa de financiar los estudios para aquellos que no tienen el efectivo suficiente para pagarlos muy utilizados en países de nuestro entorno. Recientemente el ministro de educación Wert ha abierto el debate de préstamos de estudios versus el sistema actual de becas. Como de costumbre eso ha generado debate.
El problema de este tipo de medidas es que el debate se suele levantar con pocos argumentos buenos tanto en un lado como en el otro. Decir que nos quieren dar “hipotecas en vez de becas” o decir que la universidad te la pagues que yo no tengo porqué hacerlo (los dos extremos) es probablemente quedarse en la superficie. Veamos como funciona el sistema de préstamos universitarios en nuestro entorno.
Oregón vs Georgia
Creo que es mejor empezar por el funcionamiento de la financiación universitaria en Georgia y en Oregón En Georgia se optó por un sistema en el cual se premia a los alumnos con mejores notas, financiando parte de su educación universitaria. Los alumnos que consiguen una nota determinada en el instituto y en el SAT (prueba de acceso a la universidad) reciben una beca. Para financiarlo se realiza mediante una lotería creada expresa para dicho fin.
En la práctica lo que sucede es que al no depender de la renta, aquellos que obtienen mejores notas suelen proceder de las clases medias y altas (los universitarios suelen provenir principalmente de clases medias y la mejor medida para ver si un niño se graduará o no en la universidad es mirar si sus padres lo hicieron anteriormente). Además la beca no financia la matrícula al completo, por lo que no supone un estímulo suficientemente fuerte como para que un joven de pocos recursos se matricule en la universidad y obtenga una carrera universitaria (que siguen siendo el principal ascensor social).
Por si fuera poco al financiarse mediante una lotería, se trata de un trasvase de rentas de las clases bajas a las clases medias y altas, ya que las primeras tienden más a participar en juegos de azar y dedican una mayor parte de su renta.
En Oregón se optó por un sistema de préstamos mediante el cual los alumnos devolverán su matrícula pagando un porcentaje de su sueldo en los años posteriores a la graduación. Los estudiantes de Oregón pagarán el 3% de su sueldo en los 24 años siguientes a la finalización de sus estudios universitarios. El porcentaje es menor si el alumno no se gradúa. Se toman 24 años pensando en veinte para devolver el capital y cuatro para los intereses. El objetivo es devolver al estado el dinero que han invertido en nosotros, de modo que la educación universitaria la pagarían sólo aquellos que la han recibido.
Reino Unido
En 2012 se subieron extraordinariamente las tasas universitarias en el Reino Unido. Se pasó de pagar 3.000 libras a que las universidades pudieran fijar una horquilla entre 6.000 y 9.000 libras (la mayor parte de las universidades optó por las 9.000). La alternativa ofrecida a los estudiantes fue ofrecerles unos préstamos mayores todavía a los que estaban tomando, lo que generó fuertes protestas, a pesar de que el sistema de financiación cambiaba.
Con el nuevo sistema, los estudiantes se endeudan para pagar las altas tasas universitarias por un lado y también pueden pedir algo más para sus gastos corrientes mientras que estudian (vivienda, alimentación...). El préstamo tiene intereses, pero la devolución es interesante, ya que sólo devuelven el dinero aquellos con mayor sueldo.
Si el graduado universitario gana menos de 21.000 libras anuales, no devolverá el dinero prestado, que seguirá generando intereses. Devolverá a un ritmo del 9% de la parte de su sueldo que supere las 21.000 libras. Es decir, si gana 22.000 devolverá unas 7,50 mensuales y si gana 25.000 unas 30. Si sueldo baja de 21.000 libras, deja de devolver su préstamo.n La devolución se realiza detrayéndole la cantidad de la nómina, por lo que no tiene que estar pendiente de hacer pagos.
El préstamo tiene intereses, pero no le va a perseguir de por vida, aunque sí muchos años. A los 30 años de su graduación independientemente de que haya devuelto o no su deuda, queda libre de toda obligación. Aún así si se gradúa a los 22, significa que puede que siga pagandoo dinero hasta los 52, más que algunas hipotecas.
Suecia y España
En Suecia la universidad es gratuita, aún así el 85% de los estudiantes suecos acaban con deudas al finalizar sus estudios (en EEUU el 50%). Esto se debe a que utilizan los préstamos para financiar el dinero empleado en vivir sin trabajar: alquiler, comida, calefacción, transporte, fiestas...
Los estudiantes pueden pedir hasta 9700 coronas (unos 1.000 euros) al mes, por nueve meses anuales que dura el curso; aunque es posible que opten por diez pagos, uno cada cuatro semanas.
En España lo más parecido que hemos tenido han sido los Préstamos Renta Universidad, mediante los cuales los estudiantes que quisieran optar a un master podían endeudarse para pagar las tasas universitarias y manutención durante la duración del master. Los primeros años el programa no estaba bien definido, aunque con el tiempo se fue definiendo más.
El modo de devolución era un periodo de carencia durante los primeros cinco años y a partir de ahí una devolución repartida en quince años. Es decir, se tardaba 20 años desde la finalización de los estudios en devolver el capital.
Otra diferencia entre los primeros préstamos y los de ahora es que al principio no generaban intereses (como el préstamo que tiene el que escribe estas líneas), pero las últimas convocatorias ya incluyen intereses, lo que los ha vuelto menos atractivos.
Algunas conclusiones
Personalmente una diferencia que veo entre varios de los sistemas comparados es que Suecia o Reino Unido tienen dentro de su sistema público universidades de gran calidad y prestigio mundial, por ejemplo el University College de Londres o la Uppsala Universiteit, mientras que en España no encontramos ninguna universidad pública dentro del top 200 del ranking de Shanghai (por poner el mejor ejemplo). Por lo que no es lo mismo endeudarse para estudiar en una universidad conocida en todo el mundo que hacerlo para estudiar en una mala. Si se implementara el sistema, se debería permitir a los alumnos tener la posibilidad de saber que van a estudiar en un centro de alto prestigio.
La movilidad internacional de los egresados también puede hacer que sea complicado conseguir la devolución del capital prestado (ya no hablemos de los intereses). Especialmente si como hemos visto el desempleo es alto.
Otro problema que veo es que de jóvenes subestimamos nuestra capacidad de ganar dinero y por tanto de endeudarnos. a largo plazo. Luego la vida muchas veces nos golpea y enseña que no todos seremos Bill Gates o Mark Zuckerberg.
Por otro lado, aunque hay que reconocer que tener una deuda después de haber finalizado los estudios sin tener muy claro el futuro laboral (y más con un desempleo juvenil del 50% y 25% general) no es plato de buen grado. Además pueden disuadir a aquellos que están inseguros sobre su capacidad de sacar adelante un título universitario, no por falta de capacidad intelectual, sino de autoestima (y puede que sacar el titulo les de ese impulso) ya que podrían acabar endeudados y sin titulación..
Es posible que los préstamos de estudios no sean la mejor forma de financiar la educación universitaria, todos queremos ir a Harvard, que sea gratis y que no nos cueste esfuerzo alguno hacerlo. Pero en la vida real es una forma de que aquellos que han disfrutado de los beneficios (económicos) de la educación universitaria sean los que se hagan cargo de la misma.
Como dije al principio, personalmente el debate me parece algo más complejo que decir que la postura de “que cada cirio aguante su vela” o “hipotecas en vez de becas”. Por supuesto los comentarios están abiertos para que cada uno dé su opinión.
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