Los malvados bancos valen para todo. Por ejemplo, son culpables por dar y fomentar una burbuja inmobilaria, y son culpables por no dar y restringir el sacrosanto derecho al crédito. ¿Qué no? Echadle un vistazo a esta noticia de The New York Times, en el que se acusa al Santander de no dar préstamos a las minorías raciales.
En esencia, desde la ciudad de Providence y desde algunos grupos de activistas, se le acusa al banco de excluir de su oferta crediticia a los residentes en barrios con fuerte presencia de negros e hispanos. Según ellos, al no poder llevar a cabo prestamos "predatorios", usurarios que diríamos aquí, el Santander simplemente no presta.
A alguno, que políticos y activistas se quejen por cerrar el grifo crediticio a estas comunidades les puede chocar, pero no se trata de una broma. Os recomiendo la lectura de un viejo post mío, Los que tiran la primera piedra, para entender de que va todo esto:
En relación con las hipotecas subprime es sorprendente como apenas se hace referencia a la Ley de Reinversión en la Comunidad, de 1977, reforzada por el gobierno Clinton. Se trata de una Ley que obliga a los Bancos a dar prestamos a todo el mercado, evitando politicas restrictivas que, por criterios de riesgo, excluyan a colectivos concretos. Busca de alguna manera que los Bancos se comprometan en el desarrollo inversor de Comunidades marginales, o como dice el propio gobierno federal “induce a las instituciones financieras para que ayuden a satisfacer los requisitos crediticios de la comunidad en que operan, en particular en los vecindarios de ingresos bajos o modestos.” Si los Bancos no cumplen con la ley, pueden tener serios problemas la hora de conseguir autorizaciones para fusiones, apertura de sucursales…vamos, de lo más liberal. Y hay quien tiene claro como aprovecharse de eso resquicios legales.
Así que, en la génesis de la burbuja subprime de los EEUU nos encontramos con una normativa que podíamos resumir en un "hipotecas para todos". Y a posteriori de eso, con la acción estatal y judicial para que las entidades financieras que hicieran caso de dicha presión legal y social no se les ocurriese repercutir en el precio el riesgo de la operación (por otro lado, algo hasta cierto punto lógico, teniendo en cuenta que Freddie Mac y Fannie Mae "aseguraban" dichas operaciones). Eso sí, cuando el chiringuito se cae, de este engendro legal, detrás del que han estado grupos muy afines al presidente Obama, nadie dice nada...durante un tiempo, ya que enseguida, y con uno de los suyos al frente, vuelven a la carga.
Pasado el mismo, como vemos, vuelven a la carga, exigiendo que los bancos den crédito a quienes ellos indiquen y en las condiciones que ellos determinen.
¿Sabeis lo que pienso? que tienen razón, los estanqueros bancarios deben vender las cajetillas al precio que les indique el verdadero dueño del negocio
Vía | The New York Times Más información | The New York Times, Business Insider En El Blog Salmón | Proletario, propietario y de Carabanchel Alto Imagenes | taberandrew