A partir del 5 de febrero, las entregas marítimas de diésel provenientes de Rusia, el mayor proveedor externo de la Unión Europea, estarán prohibidas. Una medida que se suma a la prohibición de la importación de crudo ruso por vía marítima que fueron adoptadas el 5 de diciembre y a una larga lista de sanciones.
Teniendo en cuenta las previsiones llevadas a cabo durante 2022 el año pasado, Europa dependió de Rusia para casi la mitad del total de sus importaciones de diésel.
Debemos de pensar en el sector del transporte europeo, ya que aproximadamente el 91% de las furgonetas y el 96% de todos los camiones funcionan con diésel, así como aproximadamente el 42% de los automóviles de pasajeros, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
Una medida que tiene como objetivo principal deteriorar los ingresos del Kremlin para dañar la economía rusa y no financiar indirectamente la guerra que se está librando contra Ucrania.
Ante esta medida, los operadores de mercado se están apresurando llenar sus tanques y por ello, las importaciones europeas de diesel han promediado los 700.000 barriles por día en lo que va de año, lo que representaría su nivel más elevado desde marzo del año 2021. Al mismo tiempo, con los datos del cuarto trimestre del año anterior, las importaciones de diésel ruso se incrementaron un 19%.
Todos los Estados miembros se enfrentan a este desafío. Pero especialmente hay que destacar el papel de Francia que representa la segunda economía más importante de la Unión Europea y es también su mayor comprador de diésel, asumiendo el 22% de todas las importaciones marítimas que se han llevado a cabo en los últimos tres años.
Reemplazar el diésel ruso
En los últimos meses de 2022, la Unión Europea se ha ido aprovisionando para llevar a cabo el corte definitivo, abasteciéndose mediante mayor demanda vía Rusia así como Asia y Oriente Medio.
A partir de aquí, para cubrir y asegurar alrededor de 500.000-600.000 barriles diarios de diésel para reemplazar los volúmenes rusos, se realizarán las compras a Estados Unidos, Oriente Medio e India.
Esta prohibición del diésel llega en un buen momento para los Estados del Golfo porque están impulsando el lanzamiento de megarefinerías. Arabia Saudita está reforzando su refinería de Jazan, que se espera que produzca más de 200.000 barriles diarios de diésel cuando alcance su plena capacidad a finales de este año. La refinería Duqm de Omán también está programada para abrir a fines de 2023.
A modo de ejemplo, las exportaciones mensuales de diésel de Kuwait a Europa se situaron en 59.000 barriles por día el 12 de enero, casi el triple de los niveles de todo enero de 2022 y alrededor de un 900% más que en enero de 2021.
El difícil seguimiento del diésel ruso
Para controlar en aduanas las importaciones o intercambios de diesel y aceptarlo como "no ruso", se requiere que se procese sustancialmente fuera de Rusia.
Esto significa que se da como consecuencia de la fabricación de un nuevo producto o representa una etapa importante en la fabricación y se lleva a cabo en una empresa equipada para ese propósito.
Para entenderlo, mezclar diésel ruso con otro que no sea de origen ruso no cambiaría su origen, pero que un país compre petróleo a Rusia y lo refine sí lo haría.
Dentro de los escenarios que deslumbran los expertos, identifican como probable que el diésel ruso sea entregado y seguidamente reexpotado desde países como India y Turquía. En este caso, Rusia podría utilizar su flota para transportar su diésela Turquía donde pueden transferirse mediante camiones del cisterna.