Cada vez suceden cosas más inauditas en el ámbito económico que estamos viviendo en primera persona. La pandemia ha acelerado muchos cambios ante la crisis sin igual en todo el mundo que ha provocado, obligando a los estados a tomar medidas para paliarla.
En el caso que hoy nos ocupa no está tan relacionado con la pandemia, pero sí deja ver que los cambios están en un futuro más cercano de lo que pensamos. ¿Se imaginan que un día el petróleo deja de usarse? Tranquilidad, todavía no va a suceder, pero pasará, de ahí la importancia de mutar a un sistema sostenible, porque las reservas son, por un lado, finitas, y por otro, un gran agente contaminante para el planeta.
Y de ahí la necesidad de que las economías eminentemente petroleras se busquen otros medios para subsistir. Y ese es el caso de Emiratos Árabes, uno de los mayores productores de crudo del mundo y el cuarto exportador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está empezando a introducir cambios que le permitan obtener ingresos una vez que el petróleo acabe o se acabe el negocio como tal. Y eso debe rumiarse, pues hace unos días se supo que por primera vez Emiratos Árabes ha importado petróleo procedente de Estados Unidos, según una exclusiva de Bloomberg News.
Así, no ha dudado en introducir por primera vez en su historia el Impuesto de Sociedades, un tributo que no es igual que el que conocemos en Occidente. Vamos a verlo.
Un impuesto a la medida
Por lo que ya se ha avanzado, el Impuesto de Sociedades árabe se empezará a aplicar a partir del 1 de junio de 2023, por lo que aún queda tiempo. Y será del 9% solo para las empresas radicadas en los Emiratos que ingresen más de 90.000 euros al año. Algo no muy difícil teniendo en cuenta el dinero que allí se maneja y las empresas que hay. Para las que tengan menos ingresos no habrá tributación.
Y otro inciso: tampoco pagarán el impuesto las empresas dedicadas a la extracción de recursos naturales, es decir, las petroleras. Esto es así para no perder competitividad en el mercado petrolero mundial.
Aunque a los que vivimos en Occidente este impuesto nos pueda parecer una broma en comparación con lo que pagamos aquí, pero para este estado es un paso histórico, pues no hay IRPF, ni de bienes inmuebles, ni impuestos a la inversión... Nada que aleje a los negocios de sus fronteras.
Así, será uno de los países con un Impuesto de Sociedades más bajo del mundo, pero es un avance muy importante que indica lo que se viene a largo plazo: una economía cada vez menos dependiente del petróleo.
De hecho, ya ha dado pasos en esta línea: el pasado año Arabia Saudí vendió el 1% de Aramco, la mayor petrolera del mundo que es propiedad de Emiratos. Un porcentaje que puede parecer una nimiedad, pero que estaba valorado en 16.000 millones. Otra muestra de los cambios que se están experimentando en la región.
Por lo tanto, habrá que estar pendiente de los próximos pasos del Emirato, pues van a marcar la tendencia futura de lo que está por venir en el mercado energético mundial.