Los medios escritos están teniendo graves problemas en su modelo de negocio y no deben dejar de darle vueltas a una reinvención plena. La información es un activo que se devalua rápidamente con el paso de breves intervalos de tiempo. Es decir, una noticia vale mucho cuando salta y al día siguiente vale cero euros. La prensa tiene que ser consciente de esa pérdida de valor y ofrecer en streaming las noticias de manera inmediata y pasarlas sólo a Google o a sus ediciones online en abierto una vez que éstas han perdido valor.
Imaginemos una especie de Google Reader de pago para aquellas feeds con una duración menor a 12 horas, donde cada usuario se suscribe a las fuentes que desee y tiene acceso a todos los titulares de una noticia en simultáneo a su publicación. Una entradilla y el usuario decide el interés por pagar dinero en ese momento, bien una pequeña cantidad por esa noticia, bien una cuota de suscripción mensual con acceso a todas esas fuentes ¿qué ocurre a las doce horas por ejemplo de la generación de la noticia?
Que esta ya ha perdido valor y por tanto, no hay problema en distribuirla libremente, porque nadie, absolutamente nadie, estará dispuesto a pagar hoy, por ejemplo, por el resumen del debate de los PGE 2010, pero ayer quizá si hubíeramos pagado por tener una información inmediata, fiable y rápida.
El factor de pérdida de valor de la información es la clave que tienen que conseguir dominar los medios y controlar esos tiempoe y también tienen que asumir que el modelo actual de la prensa se basa en la venta de información antigua, con desfases de horas e incluso días que los usuarios consideramos que ya no tienen ningún valor. El primero que articule un mecanismo que controle el valor de la noticia en función del tiempo, será el que podrá reinventar las bases de un modelo caduco.
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