Si en los últimos años Internet está quitando a la prensa tradicional el monopolio sobre prensa escrita, ahora también le está quitando parte de su negocio publicitario. Este fin de semana he leído dos artículos que expresan muy bien este problema.
Por un lado, en un blog de 20 minutos publicaban una pequeña anécdota que dejaba entrever que los jóvenes no leen tanta prensa de pago, sino más bien prensa gratuita y sobretodo noticias por Internet. No es que sea muy relevante, ya que el medio que lo expresa es parte interesada.
Por otro lado, El País publicaba ayer un artículo acerca de la adquisición del Wall Street Journal por parte de NewsCorp y de cómo es actualmente el único periódico en EEUU que tiene previsto crecer en plantilla, frente a los despidos del resto de medios.
La situación es bastante interesante, ya que normalmente las tendencias de EEUU acaban llegando al resto del mundo occidental: la publicidad cada vez se aleja más de la prensa tradicional y se va a Internet. WSJ está intentando evitarlo gracias al músculo que tiene detrás, el gigante NewsCorp, aunque para ello posiblemente pierda las señas de identidad de la prensa americana.
Y por último me encuentro mi propia percepción de lo que está sucediendo con la prensa en España. Los periódicos tradicionales, que por supuesto tienen presencia online y cada vez invierten más en este nuevo medio, tienen que recurrir a promociones para seguir vendiendo ejemplares en papel. Antes había promociones, pero de un tiempo a esta parte cada semana salen nuevas promociones. La parte trasera de los periódicos está copada por los cupones. Televisores, ordenadores, cámaras de fotos, tazas... al final parece que el periódico es un cacho de papel que te tienes que llevar para que puedas comprar otros productos a un precio supuestamente ventajoso.
Esta política de las promociones tiene un riesgo: que los anunciantes se den cuenta de que las ventas de un periódico no estén directamente relacionadas con el número de lectores, ya que mucha gente se compra el periódico sólo por la promoción y no se lo leerá, y por tanto no leerán los anuncios. Esto puede espantar aún más la publicidad y que esta se acerque aún más a los medios en Internet, aunque de momento la estrategia de los medios tradicionales está aguantando el chaparrón.
¿Cuál pasará en el futuro? ¿Los medios gratuitos e Internet se quedarán con todo el negocio? ¿O todavía queda un sitio para la prensa de pago? No hay que olvidar los mensajes apocalípticos que se dijeron respecto a la radio cuando apareció la televisión fueron poco acertados, ya que aparte de sufrir una reconversión, esta última no desapareció.
Vía | 20 minutos, El País En El Blog Salmón | Adquisiciones en el mundo de la prensa