Un pequeño juego de palabras para ilustrar la noticia. El bestseller de Friedman "La tierra es plana" ya nos lo advertía, y los datos no hacen sino darle la razón.
Un par de zapatos importados a España cuestan de promedio 5,5 euros (2,72 si vienen de China). Un par de zapatos exportados desde España cuestan 20. Estamos hablando de 4 veces más, o de 10 veces más. Podemos entrar a debatir sobre si estamos hablando de zapatos de la misma calidad, si estamos hablando de diseño, si estamos hablando de condiciones laborales de un tipo o de otro... pero estos son los datos.
Importamos 295,7 millones de pares (¿eso viene a dar 6 pares y medio por persona? Alguien debe coleccionar muchos zapatos...) y exportamos 94,6. Y las tendencias son contrapuestas, puesto que mientras la importación no hace más que crecer, la exportación languidece. Y así será en el futuro, al menos en términos cuantitativos. La abismal diferencia de costes de producción y el cada vez menor coste del tránsito de mercancías hace que todos nuestros mercados se vean inundados de productos importados, y que nuestras exportaciones se vayan viendo arrinconadas a nichos cada vez más limitados. Lo cual no está mal, ya que cada par tendrá un mayor valor añadido. Pero irremediablemente el sector cada vez dará de comer a menos gente. Y frente a eso, no hay restricciones que valgan.
Foto | Kashmut Más información | Asociación de Industriales del Calzado de Elche