Estos días estamos viendo duras negociaciones entre la Unión Europea y varios países centroamericanos y latinoamericanos sobre cómo organizar (es decir, limitar) la importación de plátanos a la Unión Europea. Estos encuentros continúan el sin fin de negociaciones similares que se están viendo entre varios países y organizaciones regionales. El objetivo parece ser establecer acuerdos regionales como trabajo previo a los contactos multilaterales que resultarán de la reanudación de la actual ronda de negociaciones del comercio internacional de la Organización Mundial del Comercio (OMC), comenzada en Doha, Qatar, en 2001 (la Ronda de Doha) y todavía está por concluir. El comisionado europeo de comercio está ganándose muchos puntos en sus viajes, demasiados. Los países occidentales tienen claro lo que quieren. Primero, los países tercermundistas tienen que firmar acuerdos para la introducción de leyes destinadas a proteger los productos robados y para que establezcan mecanismos que asegure los controles necesarios para proteger los productos de capital intelectual, como es el software, los juegos, la música, y las películas, y otros como los productos farmacéuticos, los diseños y las marcas, etc. Estos acuerdos, controles y mecanismos se deben firmar ya con la implementación inmediata.
Como contrapartida, los países occidentales ofrecen lo que los países tercermundistas quieren, que es más apertura para sus productos, especialmente los agrícolas y los textiles, etc. Estas aperturas se firmarían ahora y se establecería un periodo de transición en su implementación en los países ricos de 5, 10, 100 años.
¿Nos sorprende que los países pobres se resistan a firmar tales acuerdos?
Vía | BBC Mundo En El Blog Salmón | Pascal Lamy al frente de la OMC y Vuelve Doha Más información | Organización Mundial del Comercio